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Barcelona 66-78 Real Madrid: con Tavares y Hezonja hasta el fin del mundo

de Diego Rivero Mosqueda
Real Madrid - Barcelona

¡Final en Kaunas! El Real Madrid se enfrentará al Olympiacos en esta final de la Euroliga gracias a un trabajazo tras el segundo cuarto. La defensa fue inmejorable gracias a la intervención de Edy Tavares y Mario Hezonja, que se convirtieron en auténticos baluartes en cada posesión. No obstante, esta pareja también fue determinante en ataque, y destrozaron la zona del Barcelona con suma facilidad, pues los balones que proporcionaron al caboverdiano tras los bloqueos fueron esenciales para aprovechar estas ventajas. Queda el equipo griego, y estos dos últimos cuartos son el espejo en los que ha de mirarse el equipo de Chus Mateo para conseguir un nuevo trofeo europeo.

Primeras posesiones del encuentro de esta Final Four favorables al Real Madrid, con un Nigel Williams-Goss muy activo con sus 'step-back' tan características, y un Walter Tavares ejecutando su dominio en la zona. El caboverdiano hizo estragos con sus capturas, y las segundas oportunidades otorgadas a los blancos se transformaron en puntos sencillos, ya fuera desde la línea de tiros libres o a través de lanzamientos a media distancia. No obstante, el Barcelona reaccionó a unos parciales muy negativos con varios triples, obra de Álex Abrines y Nikola Kalinic, que pusieron por delante a los suyos. El pívot madridista fue el baluarte de su equipo durante todo este cuarto, y ni Jan Vessely, ni tampoco Sertac Sanli, fueron capaces de pararle en ningún momento, y finalizó este periodo de lo más igualado, aunque los blancos cometieron varios errores en la defensa exterior, con varios triples permitidos por unos malos marcajes en el uno contra uno.

En este comienzo de segundo cuarto, la defensa de Chus Mateo cambió a una zona 2-3, y los blaugranas tuvieron más dificultades para atacar la canasta blanca, aunque en el tiro exterior continuaron con su alto acierto. De hecho, fue Kyle Kuric quien anotó uno, mientras que el Real Madrid no pudo continuar un camino más claro en la ofensiva, sin tiros claros ni tampoco una distribución óptima de los espacios. Mario Hezonja inauguró su marcador personal con un lanzamiento tras bote a media distancia muy complicado, aunque lo anotó, pero la mejoría en el ataque debía llegar pronto, pues fue un desastre. Malos minutos para los madridistas, que no mejoraron en ataque, y el quinteto en defensa fue muy pobre, por lo que los de Saras Jasikevicius se fueron en el electrónico con mucha solvencia.

Tras el paso por vestuarios, Hezonja fue el protagonista durante los primeros minutos, pues anotó un triple y forzó una falta en apenas dos acciones ofensivas. El Barcelona bajó sus porcentajes en el tiro exterior, aunque los blancos también, por lo que la ventaja seguía en favor de los azulgranas, y las sensaciones no eran las mejores. Además, Vessely seguía haciendo payasadas sobre la cancha y provocando a los madridistas, con todo el beneplácito arbitral, que no se atrevieron a expulsarle del partido en ningún momento. El croata se metió en el partido de la mejor manera posible: defendiendo, y eso se notó mucho, pues los exteriores blaugranas sufrieron bajo su lupa, mientras que en ataque se mostró más tímido, pero regalando espacios útiles para que Tavares sacara ventaja en la zona. En cualquier caso, los de Chus Mateo cogieron la ventaja por poco, aunque sus sensaciones mejoraron con el paso de los segundos, y también con varios ajustes en la defensa, que tuvo un mayor impacto en la cancha durante este tercer cuarto.

Durante las primeras alternativas de ambos equipos, el sistema ofensivo del Real Madrid fue muy pobre, sin intentar arbolar una jugada positiva, pues el bloqueo y continuación fue la principal jugada usada. Además, Tavares y Sergio Rodríguez estuvieron muy fallones, con unos tiros muy poco elaborados con espacios mínimos, y el marcador no se movió en ningún momento. Por otro lado, el canario forzó una falta antideportiva muy importante sobre Nicolás Laprovittola, y aprovechó los dos puntos adicionales de esta acción. Los viejos rockeros nunca mueren, y entre Sergio Llull, Rudy Fernández y el '13' blanco, se encargaron de finalizar un triple bajo la bocina que puso el +7 en el marcador, aunque tocaba defender. El caboverdiano destrozó la zona en cada acción, sobre todo gracias a su asociación con los bases madridistas, que le nutrieron de muchos balones en ventaja que se encargó de aprovechar para transformar en puntos fáciles. Los blaugranas se fueron del encuentro una vez Mario Hezonja fue inexpugnable en defensa y se animó en ataque, con un triple en la cara del argentino que prácticamente cerró el partido y llevó a los blancos a la final de esta Euroliga frente a Olympiacos.


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