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Barcelona 85-79 Real Madrid: el arbitraje salva de nuevo a los culés

de Diego Rivero Mosqueda
Real Madrid de baloncesto

Primeros puntos para el Real Madrid ante el Barcelona gracias a una combinación entre Facundo Campazzo y Edy Tavares, y en la siguiente posesión anotó Gabriel Deck con una buena lectura del rebote ofensivo. Los culés respondieron con un triple de Tomas Satoransky desde la esquina, y el encuentro comenzó muy agresivo y rápido. De hecho, llovieron lanzamientos exteriores desde las dos partes de la cancha, aunque fueron los locales quienes apuntillaron desde esta distancia. La entrada de Ricky Rubio supuso la rotura de una lanza a favor de los blaugranas, y es que su efectividad dio a los de Roger Grimau un +9 muy sencillo. Una y otra vez los tiros desde el 6'75 fueron imparables por parte de los catalanes, y el parcial 21-2 en contra cerró este cuarto.

Ya en el segundo cuarto, Mario Hezonja fue quien cortó la nula anotación del Real Madrid con un triple desde la esquina. Aun así, las sensaciones fueron negativas, y es que los madridistas intentaron jugar a un ritmo muy alto, pero fueron bastante inferiores. Rudy Fernández fue el siguiente, aunque duró poco, pues las malas defensas se dieron una y otra vez, y eso sin contar la cantidad altísima de errores en tiros sencillos. También apareció Dzanan Musa con una bandeja extraordinaria, pero el mal planteamiento de Chus Mateo hizo que cualquier acierto se quedase en pobre. Pese a ello, y a una labor encomiable de Peruga para favorecer a su equipo desde el trío arbitral, los blancos se acercaron en el marcador.

LA MAFIA DE SIEMPRE

Tras el paso por vestuarios, el Real Madrid se mostró más serio en defensa, aunque en ataque faltó contundencia. El cierre del rebote defensivo fue clave, y Tavares fue la pieza clave en este sentido. La cara cambió y las sensaciones también, pues la desventaja bajó de los diez puntos, pero ahí apareció la mafia, ya que el caboverdiano se lanzó al parquet a por un balón y le pitaron falta personal. El trío de naranja no podía permitir un acercamiento blanco bajo ningún concepto. Pese al buen arreón inicial, de nuevo aparecieron los fantasmas de la ineficiencia en los lanzamientos, y se volvieron a errar tiros liberados y en buena posición. Todo hasta que llegó Sergio Llull una vez más para acertar un triple fundamental de cara a afrontar el final de cuarto.

Ya en los últimos diez minutos, estos no pudieron comenzar mejor, ya que Musa anotó un triple fundamental para ponerse a solo tres puntos. Con una defensa más seria, tanto exterior como interior, el parcial del Real Madrid se acercó con mucho peligro en el electrónico, aunque Peruga y compañía intensasen remediarlo con un doble rasero de época. Aun así, y con varias acciones erróneas consecutivas, el Barcelona aumentó su renta, pero todavía quedaba un mundo para cerrar el partido. Y finalmente, los compinches de naranja favorecieron a los culés una vez más con la expulsión de Tavares, y el encuentro se puso cuesta arriba a falta de cinco minutos.

'LA MAGIA DEL PALAU'

Los errores en el tiro se sucedieron una y otra vez, aunque Musa les puso fin gracias a una entrada muy clásica de las suyas, que forzó un tiro libre adicional -que no anotó-. Y los árbitros se comieron una falta a Poirier de forma voluntaria porque su equipo no podía perder. En cualquier caso, todavia faltaban tres minutos para que los madridistas pudiesen vencer ante viento, marea y la organización corrupta de siempre. Eliminaron al pivot francés con una infraccion completamente inventada, y Llull anotó en el otro lado de la cancha con una bandeja muy complicada. La derrota se consumó en contra, y la clasificación como primero en la Liga ACB se complicó por ello, aunque nada que reprochar a los blancos.


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