Baskonia 85-99 Real Madrid: victoria de muchos quilates en el infierno del Buesa
Nueva victoria del Real Madrid ante un gran rival como lo es el Baskonia, que no se dio por vencido hasta el último cuarto. Nada nuevo en el Buesa Arena, por otro lado, y es que ambos conjuntos siempre regalan partidazos de muchos quilates a los espectadores. Este se lo llevaron los madridistas con casi 100 puntos.
Con nueve tiros fallados entre el Real Madrid y Baskonia comenzó el partido, y es que en tres minutos solo los blancos pudieron anotar en dos ocasiones, y desde el triple. Obra de Guerschon Yabusele, que poco a poco se metía en la dinámica de los madridistas con buenas actuaciones. Mario Hezonja también colaboró con la anotación, y es que el croata venía de una exhibición estratosférica frente a Anadolu Efes. En global, pooco a poco los de Chus Mateo ofrecieron una mejor cara con Carlos Alocén en la dirección de juego y Vincent Poirier en la defensa de la zona. En cualquier caso, la amenaza exterior se hizo valer, y hasta Alberto Abalde se animó con un triple y una asistencia en contraataque para el alapívot francés, bastante efectivo en el cuarto.
Ya en el segundo periodo, la dominancia del Real Madrid no aumentó, pero tampoco decreció, y por parte baskonista solo respondio Chima Moneke, que acaparó la mayoría de los puntos de su equipo. De hecho, Eli John Ndiaye no pudo pararle en los primeros tres minutos, y tuvo que entrar a cancha Hezonja de nuevo. Los locales se acercaron incluso a ocho puntos, pero con el esfuerzo colectivo liderado por Facundo Campazzo, se pudo frenar el avance que propusieron los vitorianos. En cualquier caso, los últimos minutos le pertenecieron a los de Dusko Ivanovic, que volvieron a su juego de pocas posesiones y muchos lanzamientos, y también focalizaron en el rebote ofensivo, algo que les aportó mucha anotación en segunda oportunidad.
Tras el por vestuarios, Baskonia salió muy intenso, y con ganas de llevarse el partido. De hecho, redujeron la desventaja a seis puntos, y su defensa incrementó en intensidad. Aun así, Yabusele respondió con otro triple más, y ya eran seis, transformados en total en 23 puntos, una cifra altísima. Alocén volvió a la dirección de juego, y el encuentro se cerró un poco más, aunque el base no dio su brazo a torcer, y con una bandeja volvió a situar los dobles dígitos de ventaja en el partido. Duró poco, de todas formas, pues entre varios tiros libresde Moneke y una técnica que le señalaron a Edy Tavares, los vitorianos se pusieron a solo cuatro unidades, y es que el Real Madrid no encontró un plan ofensivo de garantías.
No obstante, ya en los últimos diez minutos, el comienzo fue inmejorable, ya que los fallos en los tiros fueron mínimos. Esto dio lugar a que la ventaja volviera a su lugar después de unos compases finales de tercer cuarto algo bajos en nivel. Cambió por completo con el paso del tiempo, y es que la seguridad ofensiva subió un par de peldaños para asegurar la ventaja, ya que el Buesa Arena es una de las canchas más complicadas de la competición. Con un +15 se afrontó el fin del partido, aunque el vencedor fue el equipo blanco, que después de una auténtica guerra como lo fue frente a Analodu Efes, vencer en Vitoria tuvo más mérito.