Con Plaza todo es posible
Demasiada huella había dejado Jasmin Repesa en el Martín Carpeta la pasada campaña. Un pabellón en horas bajas debido al bajo rendimiento de su equipo, una plantilla alicaída necesitada de nuevos jugadores que aportaran ilusión y la necesidad de un entrenador de repercusión que garantizara ante todo competitividad eran los tres vórtices que la directiva del Unicaja debía cumplir en el verano del ya pasado 2013.
Pues según comenzó la temporada ya se atisbaba el gran acierto que había tenido el conjunto andaluz. Todo un virtuoso de la pizarra como Joan Plaza, al banquillo. Suárez, Hetts etc. reforzaban la plantilla, y esto provocaba que el Martín Carpena volviera poco a poco a ese estado natural, con la orquesta por bandera, en el cual resulta más que complicado obtener el triunfo.
No ha parado de crecer desde entonces un Unicaja que ha vuelto a la elite del baloncesto europeo gracias sobre todo al buen hacer de sus bases: Dragic y Granger. Los dos directores principales del juego andaluz están dirigiendo al equipo de Plaza a la perfección, desde la anotación principalmente.
La estrella: Zoran Dragic
Arrancar desde el banquillo se está convirtiendo en un factor vital para los mejores jugadores de Europa. El pequeño de los hermanos Dragic sigue la línea de Sergio Rodríguez en el Real Madrid, y arrancando desde el banquillo es la delicia del baloncesto malaguista. El jugador balcánico es uno de los más fiables de cara al aro, superando con facilidad los diez puntos por partido y lo que es más importante, contagia al resto de confianza.