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Croacia: La esperanza croata no tiene fin

de Alejandro López

 

Encuadrada en el grupo de España, Croacia llega al Eurobasket de Eslovenia con la difícil misión de olvidar los metales pasados en 1993 y 1995 y comenzar una nueva y exitosa etapa de la mano de los jóvenes valores.

El equipo de Jasmin Repesa posee una serie de puntos débiles que debe dejar atrás para plantar cara a las grandes selecciones del campeonato. La croata es una selección muy inestable mentalmente, capaz de lo mejor y de lo peor. En la preparación ha generado muchas dudas en los medios del país, y es que han alternado derrotas abultadas con optimas victorias.

Jugador por jugador, la selección croata es una de las más fuertes del campeonato. Posee dos buenos bases, capaces de anotar y de distribuir bien el juego como son Ukic y el madridista Draper. También cuentan con buenos defensores como Marco Tomas o Ante Delas. El perímetro será cosa de Rudez y de un Bojan Bogdanovic que es la bandera del equipo en ataque. Por último, en el poste es donde más armas tiene el equipo balcánico. Ante Tomic y Luka Zoric serán los encargados de la anotación desde la pintura. De su porcentaje en el tiro depende, y mucho, la selección de Repesa.

Aunque como todo selección bañada por el Mediteránero aplican una intensa y agresiva defensa, la irregularidad se adueña de ellos constantemente, y esa intensidad decae ante los ataques rivales. En la faceta ofensiva es otra historia distinta, viendo a los jugadores se puede atisbar por lo que apuesta Repesa. Un baloncesto ágil, rápido, con constantes cambios de canasta y donde el perímetro posee una importancia suma.

Jasmin, que siempre va a a muerte con sus ideas baloncestíticas, ha apostado este año por crear un bloque, seguir un 'modelo España' donde los jugadores no solo sean compañeros de selección. Este es uno de los principales cambios que ha mostrado el combinado croata, mientras que espera la aparición estelar de su joven estrella Saric.

Talento puro. Eso expone un Dario Saric que deslumbró a los amantes del baloncesto en el Mundial sub19. Ahora, Repesa le ha dado la oportunidad de demostrar todo lo que sus brillantes manos y ágiles pies puedan demostrar. Desde el banquillo será una de las principales armas de un combinado que llega a Eslovenia con un valor por escudo, la esperanza.


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