El juego exterior italiano hunde a Turquía

Una Italia muy superior hace trizas a un conjunto turco que se vio superado por el juego exterior mecanizado azzurro. Así lo reflejó un marcador (90-75) que hace que el combinado otomano se complique la clasificación para la siguiente fase.

Más de uno se pensó en cambiar de canal en los primeros tres minutos de partido cuando los hombres de Tanjevic y Simone Pianigiani temblaban más que el esférico naranja. Pocos puntos reflejados en el electrónico en estos instantes debido a la importancia del partido, más aún tras la victoria de Finlandia ante Suecia.

La defensa turca se empeñó en el primer cuarto en poner el autobús en la zona, impidiendo la penetración italiana. Ahí salieron victoriosos contrarrestando la superioridad de centímetros. Sin embargo, Bellinelli reclamaba protagonismo, quería divertirse y esto era mala noticia para los hombres de la Anatolia. Dos asistencias de crack, un triple en los minutos finales, acompañado por otro de Gentile y de un Melli que parecía tener un imán en su mano, ponían en ventaja a la Azzurra (22-19).

Mientras Turquía esperaba a la reacción de sus hombres importantes, dígase Haedo Turkoglu y Ersan Illyasova, Melli y Bellinelli seguían a lo suyo. El primero hizo un David contra Goliat en la pintura, capturando rebotes inverosímiles ante las torres turcas; y el segundo, transportó la elegancia italiana fuera de las pistas hasta el pabellón Bonifika de Poker. Sin beberlo ni comerlo, se fue del segundo período como máximo anotador con 14 puntos, asumiendo galones. Seguido muy de cerca estaba Melli, quien ensombreció la pobre primera mitad del jugador de Detroit Pistons, Datome. Por su parte, Turquía, lo intentaba en la zona, pero sólo fue un espejismo. Todo lo conseguido en la zona se tiraba por la borda en los tiros libres donde Gönlüm y Turkoglu fallaron en momentos claves. Con esto el partido se fue 44-34 a los vestuarios.

Aradori y Gentile hacen el resto

El marcador en el tercer cuarto siguió la sintonía de los anteriores aunque en esta ocasión los dos combinados se centraron en explotar sus mayores recursos. Por un lado, Turquía, más en concreto Asik, se hizo con la llave de la zona italiana. Mostró su superioridad, con continuos ganchos, ganando siempre el cuerpo a cuerpo a Cusin y se colocó como el primer jugador turco en sobrepasar la barrera de las dos cifras. Por otro lado, el juego exterior italiano siguió a lo suyo mientras la defensa turca optaba por la zona. La rotación de Pianigiani hizo que el actor secundario Aradori se convirtiera en protagonista: 16 puntos en este cuarto y que, a base de triples, espabiló a la selección italiana. Mientras tanto, Turquía se empeñaba en seguir fallando en el tiro libre y sólo a base de casta se acercaba al marcador. Illyasova colocó en la última jugada turca un halo de esperanza, pero al igual que sucediera en el primer cuarto, Gentile enchufó un triple para cerrar los terceros diez minutos (74-57).

Dos tiros desde la línea de 6,75 de Turkoglu y de Çetin parecían que podían fructificar la remontada en el último cuarto. Sin embargo, Gentile volvió a surgir con un 2+1 importante.  Tras esto, el partido se volvió loco, con muchas indecisiones, con idas y vueltas, pero sin un detalle importante: sin apenas punto.

En su partido 300 Turkoglu parecía que debutaba con la selección otomana. No apareció en los momentos decisivos. El que sí lo hizo fue Preldzic que hacía de tripas corazón para que a Turquía no se le complicara este Eurobasket. Pero Gentile ponía tapones constantes a las aspiraciones turcas y a base de calentar muñeca, unido al pobre porcentaje de tiros libres de Turquía y al máximo anotador Aradori (23 puntos), cimentaba una victoria que finalmente sería por 90 a 75.

Los italianos, gracias a una brillante rotación y un juego exterior infalible, se colocan colíderes de este Grupo D junto a Finlandia. En cambio, Turquía se asoma al abismo en este Europeo con dos derrotas en las primeras dos jornadas.