España también sabe sufrir
El partido, que se retrasó al romperse un tablero en el calentamiento, comenzó de la forma más emotiva posible, al guardarse un minuto de silencio por el fallecimiento de las víctimas del accidente de tren en Santiago hace menos de un mes.
Cuando los árbitros lanzaron el balón comenzó el verdadero homenaje de España, que lo dio todo en los primeros minutos con una intensidad arrolladora. El quinteto con el que salió Orenga sorprendió a los macedonios -Calderón, Sergio Rodríguez, San Emeterio, Claver y Marc Gasol-. Cinco jugadores para tener muy vigilado a McCalebb en las penetraciones, y a Pero Antic en el perímetro y en la zona de la mano de Claver.
Con la entrada de Rudy, Ricky Rubio y Llull el equipo corrió aún más hasta acabar el primer cuarto con una diferencia de ocho puntos a favor (21-13) El segundo periodo comenzó más lento para los españoles. La selección balcánica logró parar los contrataques de España y se cambió de tercio para desarrollar un baloncesto más estático en el que Macedonia obtuvo más ventaja hasta la entrada de Marc.
Con Gasol en cancha, España recuperó consistencia defensiva, volvió a correr y empezó a buscar a Mumbrú en el poste. Todo esto devolvió a los de Orenga el liderazgo total del partido llegando con un marcador de 38-21 al descanso.
El tercer periodo fue muy similar a como comenzó el segundo, lo que provocó que la selección macedonia redujera la distancia considerablemente gracias a un McCalebb que se activó para poner intensidad en ataque y en defensa. La actuación del base sirvió para dejar el marcador en 51-45, con un parcial en el tercer periodo de 11 puntos a favor para los balcánicos.
Con el mismo guión comenzaron los últimos diez minutos. España, que volvió a meter en pista a Marc, se encomendaba al de Sant Boi y a la velocidad de Sergio Rodríguez y de Llull. Pero el que apareció como un titán fue Claver, que con un triple y un mate antológico devolvió algo del aire que la presión de macedonia había robado.
Aunque el encuentro continuó igualado, la Selección se mantuvo tranquila y continuó presionando, y aunque Llull falló algún que otro pase claro, el partido finalmente cayó del lado de los de Orenga. Al final 66-61 para España en el día en que Rudy se convertía en el jugador más joven en llegar a las 150 internacionalidades. La revancha será mañana en León.