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Estado de alarma en el Real Madrid con uno de sus jugadores

de Javier Rubiano
Florentino Pérez, Real Madrid

Tras una notable temporada en el Bayern, Serge Ibaka llegó al Real Madrid con grandes expectativas. Su fichaje respondía a la necesidad de reforzar el poder interior del equipo tras la salida de Vincent Poirier. Junto a Usman Garuba, se convirtió en una pieza clave para la defensa y el ataque del equipo blanco. Sin embargo, su rendimiento ha ido claramente de más a menos.

El inicio de temporada ha sido complicado para el Real Madrid, con cinco derrotas en ocho partidos oficiales y la pérdida del primer título de la temporada, la Supercopa de España. La salida de jugadores importantes y la falta de cohesión en los nuevos fichajes han afectado notablemente al rendimiento del equipo. La defensa, en particular, ha mostrado serias deficiencias, con el Baskonia anotando la menor cantidad de puntos contra los blancos (76), mientras que otros equipos han superado los 80 y 90 puntos en varios partidos.

Ibaka comenzó con buen pie, dejando excelentes impresiones en su debut en la Supercopa ante el Barça, con 8 puntos, 5 rebotes y 4 tapones en poco más de 13 minutos. Sin embargo, en la final su protagonismo disminuyó, registrando solo 3 puntos y 4 rebotes. A partir de entonces, la irregularidad ha sido una constante en su rendimiento, tal y como destacan en el diario AS. En la Euroliga ha mostrado destellos de su talento, especialmente contra el Bayern y el Partizán, pero sus actuaciones en la ACB han dejado que desear.

FUERA DE POSICIÓN

Chus Mateo parece estar teniendo dificultades para encontrar el encuadre adecuado para Ibaka. El jugador se ve obligado a menudo a salir al exterior para cubrir a jugadores más pequeños, lo que debilita su presencia bajo el aro. En ataque, su papel también ha sido problemático, con un enfoque excesivo en tiros exteriores que no siempre han sido efectivos.

A pesar de su experiencia, Ibaka ha tenido poco tiempo en la cancha, como se vio en el último partido contra el Baskonia donde solo jugó 7 minutos. A sus 34 años, sus reflejos y capacidad vertical ya no son los de antaño, pero sigue siendo crucial encontrar un rol específico que le permita aportar al equipo.

El Real Madrid atraviesa una crisis de resultados y necesita mejorar tanto en ataque como en defensa. En ese sentido, la aportación de Serge Ibaka será vital para que el equipo recupere sensaciones y vuelva a ser competitivo en todas las competiciones. La próxima serie de partidos será clave para que el hispanocongoleño demuestre su valía y se consolide como un pilar fundamental en el esquema de Chus Mateo. Para eso se le fichó.


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