Este muerto está muy vivo
Blanco o negro. Ganar o marcharse a casa. En la fase definitiva del Eurobasket ya no valen las medias tintas y España demostró que sigue siendo una de las favoritas para llevarse su tercer torneo a pesar de haber sido muy intermitente tanto en la primera como en la segunda fase.
El inicio de España fue arrollador. Una de las claves del partido iba a ser el duelo entra Marc y Krstic, los dos mejores pívots del torneo, y en la primera jugada, Gasol demostró que hay muy pocos a su altura con una gran canasta ante la defensa del serbio. Junto con la aportación del pívot español, dos aspectos iban a resultar fundamentales para lograr la victoria: la recuperación de Ricky Rubio y la presencia ofensiva de Rudy.
El jugador de la NBA llevaba varios partidos sin encontrarse cómodo en la pista, y ante Serbia necesitaba volver a su mejor versión. A pesar de no estar acertado de cara al aro, en apenas cinco minutos, la defensa de Ricky resultó fundamental con dos robos de balón que permitieron a España poner el 2-15 en el marcador. Junto al base, Rudy volvió a demostrar que es uno de los líderes en ataque del combinado nacional y con trece puntos, incluídos tres de tres en triples, lideró el gran primer cuarto de España (5-21).
La magia canaria revienta el partido
Con un Calderón algo mermado físicamente y con Ricky intentando encontrar su juego, la aportación de la segunda unidad iba a resultar decisiva para evitar que la intensidad del equipo decayese. Y en esa situación volvió a aparecer Sergio Rodríguez. Si ante Italia fue el jugador que le cambió la cara a España para darle la vuelta al partido, ante Serbia, su intensidad en defensa, su descaro en ataque y su facilidad para encontrar a sus compañeros permitió a España seguir dominando de forma clara el partido.
Con Rudy liderando a España en el primer cuarto, el segundo fue el momento de Sergio Rodríguez. En los poco más de doce minutos que estuvo en pista, Sergio Rodríguez logró 14 puntos, 4 asistencias, un rebote y un robo para convertirse en el máximo anotador del partido. Junto al canario, secundarios como San Emeterio o Aguilar cumplieron su papel a la perfección para que España se marchase al descanso con una ventaja de 25 puntos (23-48).
El paso por los vestuarios no enfrió al combinado nacional. Los de Orenga salieron decididos a no bajar en ningún momento la intensidad y evitar cualquier intento de remontada por parte de una Serbia que no acertaba ni en el tiro exterior ni era capaz de encontrar a un Krstic totalmente desdibujado. Con siete puntos consecutivos de Claver y seis de Rudy, España comenzaba el cuarto igual que había terminado la primera mitad, arrasando. La superioridad fue tal que la selección española llegó a estar con 40 puntos de ventaja (29-69), la máxima de todo el encuentro.
Minutos para los menos habituales
A falta de diez minutos, el partido estaba visto para sentencia. Con 39-73 en el marcador, Orenga aprovechó para dar descanso a jugadores como Marc Gasol o Rudy Fernández y permitir que los que menos oportunidades han tenido a lo largo del Eurobasket pudiese disfrutar de muchos minutos. Fue el caso de jugadores como San Emeterio, Xavi Rey o Pablo Aguilar, en especial de este último, que con ocho puntos y tres rebotes en apenas diez minutos puede resultar un jugador importante para la segunda unidad. Al final, el 60-90 del marcador fue un reflejo claro de la tremenda superioridad de una España que ha vuelto en el momento crucial del torneo.
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