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FINAL | Obradoiro 78-84 Real Madrid: los blancos rozan el desastre en Galicia

de Diego Rivero Mosqueda
Real Madrid de Baloncesto

¡Final en Santiago de Compostela! El Real Madrid dominó un partido complicado frente al Monbus Obradoiro hasta el último cuarto, cuando los gallegos subieron un nivel la intensidad y su acierto. Los blancos se durmieron, a la par que los locales aprovecharon sus opciones, y no hubo reacción por parte de los madridistas. Las rotaciones de Chus Mateo fueron cortas, y todo un acierto, pero se echó de menos creatividad ofensiva más allá de Dzanan Musa y Gabriel Deck, que solo los destellos del Chacho Rodríguez suplieron en algún punto. Habitualmente durante la temporada, los madridistas no sabían cerrar los encuentros igualados, y Moncho Fernández aprovechó para jugar un baloncesto muy vistoso y físico que puso en dificultades a los visitantes.

El primer cuarto empezó con una defensa en zona de Obradoiro, que neutralizó la primera posesión del Real Madrid con mucha facilidad, aunque erraron su ataque igualmente. Sin embargo, Dzanan Musa inauguró el marcador blanco con una buena bandeja. El bosnio no tardó en hacerse dueño de la ofensiva madridista, y anotó un triple para aumentar la tímida ventaja. Los gallergos no cambiaron su sistema defensivo y pusieron en claros aprietos a los madrileños, pero no tuvieron la mayor claridez ofensiva. Los de Chus Mateo pisaron el acelerador y pusieron el +11 en el electrónico, ya que la intensidad subió a nivel defensivo y el acierto en los tiros libres sumó muchos puntos más sencillos. También, la selección de tiro fue mejor en estos primeros compases, y las sensaciones fueron positivas en comparación a otros partidos. La combinación entre el Chacho Rodríguez y Vincent Poirier fue clave para dinamitar la zona santiaguésa, ya que gozaban de un mayor nivel físico.

El segundo asalto comenzó con un pequeño cambio en el quinteto, y es que Petr Cornelie salió de '5' para castigar desde el exterior, aunque todavía no había sido posible. Sin arriesgar y con un baloncesto sencillo, el Monbus Obradoiro no tuvo acierto ofensivo, aunque los fundamentos existían. La diferencia de plantilla era notoria, aunque el único punto negativo por parte del Real Madrid eran los triples, que liberados también fallaban. Aun así, las estadísticas favorecían a los blancos. El final de este segundo periodo se engorronó con tantas faltas por parte de ambos conjuntos, y fue carne de un carrusel de tiros libres que, de momento, favorecía al equipo blanco, ya que los locales fallaban uno de los dos disponibles. Con rotaciones cortas, los de Chus Mateo aguantaron el marcador con alguna que otra dificultad, pero la ventaja conseguida anteriormente era suficiente. De hecho, no destacó ningún jugador en concreto, ya que el trabajo global fue clave.

Tras el paso por vestuarios, Marek Blazevic continuó siendo el más destacado del Obradoiro, mientras Gabriel Deck lo fue para los suyos, y es que el argentino sumó otro 2+1 en el encuentro para cerrar el miniparcial gallego. Ida y vuelta por parte de ambos conjuntos, pero los blancos solo sumaban desde la línea de tiros libres, y con éxito. De todas formas, el sistema ofensivo debía mejorar, ya que la defensa bajó mucho el nivel en este comienzo de tercer cuarto. El pívot lituano fue el pilar fundamental de los suyos, pero de nuevo el '14' blanco le devolvía la lucha para intentar escaparse, y es que las entradas a canasta fueron el camino más viable para anotar en el caso de los madridistas. Los locales remaban y remaban para intentar acortar la ventaja madridista con éxito, y es que su defensa sobre balón fue muy física, lo que provocó varias recuperaciones y canastas sencillas.

Los últimos diez minutos prosiguieron con su guion habitual, faltas constantes de los jugadores de Monbus Obradoiro que impedían una ofensiva más clara, pero también con una falta de acierto palpable en cada tiro. Aun así, los blancos estaban atascados en ataque, y el parcial fue favorable a los gallegos, con un 11-0. Las dudas entraron en la mente de los jugadores de Chus Mateo, que en toda la temporada no pudieron cerrar ningún encuentro igualado. Con el encuentro tan igualado, fue Guerschon Yabusele quien anotó un triple clave para aportar un balón de oxígeno importante, pero Phil Scrubb dinamitó cualquier opción de respirar aire limpio con otro tiro exterior. Poirier estaba desconectado del partido, y lo demostró en dos fallos seguidos sin defensa alguna, y tras conceder un 2+1 inncesario en contra, que puso la ventaja en solo +3. El rebote brillaba por su ausencia, y Blazevic se hizo daño de la zona ante el '17' madridista, que no aportó ni en ataque ni en defensa. Fue Nigel Williams-Goss quien sumó un triple importante, aunque de nuevo la inconsistencia en la circulación de balón se hizo valor, y es que una pérdida de balón supuso otra canasta fácil al contrataque de los locales. A falta de 34 segundos para el final, nadie podía decir quién iba a ser el ganador del partido, y la fase de la contienda de carrusel de tiros libres comenzó. La victoria se fue para Madrid, pero la lucha llegó hasta el último segundo.

El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el martes correspondiente a la Euroliga frente a Baskonia a las 20:45 horas.


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