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FINAL | Panathinaikos 68-71 Real Madrid: los blancos sobreviven al infierno griego

de Diego Rivero Mosqueda
Real Madrid - Panathinaikos

¡Final del partido en Atenas! Los pupilos de Chus Mateo se llevaron una victoria en el primer partido de la temporada en esta competición, la Euroliga, en la que se llegó a la final de la Final Four la temporada pasada. Musa fue muy importante en el último cuarto, pero Tavares fue clave durante todo el encuentro, sobre todo con sus rebotes e intimidación, que impidió al Panathinaikos romper la zona madridista. Por otro lado, el partido fue muy complicado, ya que los de Radonjic impusieron una defensa muy intensa y permitida por los árbitros, que no pitaban los suficientes contactos, como es habitual en la capital griega.

El primer cuarto comenzó con el quinteto habitual de Chus Mateo sobre el parqué: Causeur, Musa, Deck, Yabusele y Tavares. El plan de inicio de partido consistió en una gran defensa de los griegos, mientras que los blancos intentaron entrar a la zona de forma muy agresiva para sacar tiros libres desde el principio, aunque el alero argentino no aprovechó uno de los dos, mientras que el alapivot francés realizó un mate al contraataque para poner a los madridistas con ventaja. El bosnio seguía siendo quien hacía circular el balón, aunque también intentó tiros de larga distancia, sin éxito en este comienzo. Llull entró por las faltas de Fabien, que no se encontró en defensa ni en ataque, convirtiéndose el balear en el jugador con más partidos del Real Madrid. El eurostep de Musa fue un fiel reflejo del partido, destacando más individualidades y destellos de calidad que por un grandísimo juego en equipo, aunque Hezonja y Sergio Rodríguez trataron de cambiar está dinámica, siendo el croata el que anotó el primer triple de los blancos en su primer balón jugado. Cornelie trajo su energía defensiva para recuperar un balón tras lucharlo después de un tiro libre fallado del pívot caboverdiano, mientras que el alero balcánico mató la jugada con un stepback marca de la casa, sumando a su repertorio otro gran triple al contraataque con un pasito atrás que rompió al defensa. Tras el tiempo muerto de Radonjic y posterior de Mateo, el partido cambió por completo para ver más transiciones blancas y triples griegos.

El segundo asalto empezó con un Panathinaikos igual de agresivo que en los primeros diez minutos, obligando a los blancos a defender muy intenso, aunque no lo consiguieron, además, tampoco ayudaba el poco acierto exterior en ataque con otro triple fallado de Cornelie.Yabusele y Deck volvieron a cancha para tratar de cambiar el ritmo tan lento de los madridistas, que con dos generadores no fueron capaces de romper la defensa griega, realizando todo tipo de cambios, y lo consiguieron con cuatro puntos en zona consecutivos del argentino. De hecho, fue el base canario quien cambió el encuentro con una gran variedad de movimientos para dejar a los blancos en ventaja en el poste bajo, cobrando gran importancia en esta fase del encuentro. Chus tuvo que pedir un tiempo muerto tras otro arreón griego, mientras que los suyos no defendían de forma correcta y más allá del Chacho, ninguno pudo coger el timón del equipo. Derrick Williams falló los dos tiros libres, mientras que Tavares sí castigó en la zona rival con un gancho de lo más peculiar, aunque Papagiannis volvió a anotar tras un gran pase del alero estadounidense. Los árbitros iban a lo suyo en los contactos, no pitando, de nuevo, una falta muy clara a Yabusele al contraataque, mientras que a los blancos sí les pitaban cualquier mínimo toque en defensa. 

Tras el paso por vestuarios, los griegos siguieron confiando en su pívot griego, pero esta vez falló, mientras que Causeur siguió su mismo camino de la primera parte, perdiendo balones en ataque, y los árbitros cargando de faltas a los blancos para facilitar el ataque griego, mientras que su defensa siempre salía impune pese a tener más intensidad en los toques de manos. Por otro lado, Yabusele tuvo que lanzarse contra tres jugadores rivales para anotar un canastón de dos en la zona, mientras que Musa anotó un triple importantísimo, tras fallar los tres anteriores. Tavares tenía que ser el faro en ataque, pero no encontró su ritmo regular frente a una defensa con multitud de ayudas como era la planteada por Radonjic. Los de Chus Mateo intentaron jugar la zona de la mejor manera posible, pero los contactos en la cara estaban permitidos para los griegos, aunque esta vez Papagiannis no pudo parar al pívot caboverdiano al gancho. Fabien fue el encargado de dar esa energía necesaria en la defensa blanca, que se había resentido con anterioridad, aunque cometió una falta que le dio un 2+1 a Andrews, pero realmente fue en ataque que, casualmente, tampoco vieron los colegiados. 

Los últimos diez minutos empezaron con un gran alleyoop de Llull a Tavares, aunque de nuevo le pitaron una falta en el bloqueo inexistente que provocó otra pérdida blanca, aunque lo remedió con una gran intimidación a Ponitzka, que no se atrevió a finalizar la entrada. Causeur volvió a enchufar otro triple tras bote a la derecha que daba algo de oxígeno al Real Madrid, que no estuvo tampoco muy acertado al rebote defensivo y por ahí se perdieron muchas opciones de contraataque. El balear devolvió a los madridistas a una ventaja relativamente considerable gracias a un triple clásico de los suyos, poniendo el +7 en el marcador y pidiendo Rajoncic un tiempo muerto. Gudaitis se hacía pequeño ante Tavares, que fue una apisonadora durante este último cuarto, mientras que Deck seguía aportando energía en el rebote ofensivo. De nuevo el bonus recaía en el equipo blanco, que hiciera lo que hiciera en defensa, les pitarían una falta. Musa volvió a cancha mientras tanto, aunque no estaba teniendo el mejor debut en Euroliga con esta camiseta y buscaba redimirse, mientras que Paris azotaba desde el triple y acercaba a los griegos en el marcador, llegando a estar por encima gracias a otro triple del base americano. Tras numerosos rebotes en la zona griega, Musa volvió a encender el partido con varias entradas dignas de un top class europeo, poniendo un +3 para los últimos dos minutos. Un triplazo de Sergio Llull a tabla, que también valen, reventó por completo este final de partido para los griegos, que no leyeron bien el movimiento clásico del balear, que cerró así una dura batalla en el OAKA.

El próximo partido del Real Madrid de Baloncesto será el domingo frente al Unicaja como visitantes a las 12:30 horas. 


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