FINAL | Valencia 73-80 Real Madrid: Musa decide un partido con claros y oscuros
¡Final en Valencia! El Real Madrid sufrió de lo lindo para sacar un partido adelante en la Fonteta, que siempre es una cancha difícil para todos los equipos. El encuentro comenzó de una forma increíble, con un equipo blanco anotando 31 puntos en 10 minutos y de todos los colores, con jugadas increíbles, aunque parece que se quedó en ese punto. Espejismo total, los madridistas sufrieron en el resto de cuartos, sin llegar a la veintena en los tres asaltos restantes, algo claramente deficiente visto el partidazo de Musa, que se llevó todos los focos, demostrando que está para algo más que el continente europeo.
El primer cuarto empezó con bola para Goss, que llevaba un par de partidos desde su vuelta a un buen nivel, aunque fue Musa con un triplazo desde casi nueve metros quien inauguró el marcador. El bosnio intentaba correr siempre que pudiera cuando se recuperaba el balón en zona defensiva, y realizó un mate al contraataque gracias a una buena pantalla de Tavares. Los taronjas reaccionaron con otro parcial de 5-0, encontrándose más cómodos en las líneas de pase que en sus últimos partidos, aunque el encuentro se tiñó de intenso y con muchos contactos, como le beneficiaba a los blancos. A mitad de este periodo, los de Chus Mateo focalizaron el juego en Cornelie, que con sus seis puntos seguidos ponía tierra de por medio en el marcador, sumándose el caboverdiano, que tampoco podía ser defendido en la zona local. El bosnio leyó cada jugada a la perfección y ya se ponía con diez en su marca personal, sin realmente generar tanto con balón, pero siendo mucho más efectivo y dinámico. El pívot francés no parecía que midiera 2,11, y es que se movía como si fuera un alero, intentando jugadas impropias de un jugador en su posición, pero que terminaba anotando con relativa facilidad, entrando Ndiaye por él tras cometer su segunda falta personal. ¡Fantasía en el ataque del Real Madrid! Contraataque de libro con Causeur, que se la cede al Chacho Rodríguez, para que, realizando un pase por la espalda, se la regala totalmente a Deck para finalizar completamente solo, poniendo la treintena en el marcador.
El segundo asalto comenzó con varios fallos en el triple del Real Madrid que, a decir verdad, tampoco eran buenas selecciones a realizar. Antideportiva sobre Hezonja que cometía Harper, que desde que entró a cancha no le salió absolutamente nada, y los aprovechó el croata, en los que eran sus primeros puntos. El sistema ofensivo de los blancos estaba siendo el ideal, moviendo el balón con relativa rapidez y sin amasarlo, ya que eso permitiría a los taronjas ordenarse, aunque los madridistas fallaban mucho desde el triple por malas elecciones. El encuentro se frenó con solo anotaciones por parte de los locales, mientras que los de Chus Mateo agotaban las posesiones sin buscar ninguna circulación aceptable, mientras que las ilusiones del primer cuarto se desvanecían. Para finalizar este periodo, Tavares volvía a cancha por Poirier, que no tuvo sus mejores minutos, junto a Abalde, aunque en la primera posesión ofensiva se volvió a fallar un nuevo triple, esta vez de Llull. Tuvo que ser Musa, que aunque falló dos lanzamientos seguidos, quien desatascó el marcador con su clásico euro-step, que tanto utilizaba Ginóbili.
Tras paso por vestuarios, el Real Madrid volvió a cancha con Cornelie, lastrado en el segundo cuarto por sus faltas personales, y con el mismo quinteto que finalizó la primera mitad, además de guion, ya que Musa volvía a anotar para los blancos, respondiendo Dubljević en el triple. Llull respondió al montenegrino, aunque en la siguiente posesión Van Rossom también estuvo acertado desde el 6'75. El pívot taronja cambió la dinámica ofensiva de su equipo con otro tiro exterior, esta vez desde más lejos, pero el siguiente a ese no entró pese a estar caliente.El bosnio estaba en otra galaxia, ya no con respecto al equipo local, sino en general, superando ampliamente a todos sus compañeros, situándose en 19 puntos a falta de cuarto y medio para el final. Llull por fin anotaba un triple, aunque estando en cancha, la circulación era mucho más lenta, pero la efectividad crecía con Musa como principal faro en los sistemas, aunque se echaba de menos algo más de electricidad.
Los últimos diez minutos empezaron con un fallo en el triple del canario blanco y un mate de Rivero en la otra zona, mientras Alexander conseguía un 2+1 muy sencillo tras atrapar un rebote ofensivo, plantando un 8-0 de salida taronja. El Real Madrid se durmió por completo y la Fonteta se despertó, alentando a su equipo, que ya estaba siendo mejor que los blancos. A falta de siete minutos los locales comenzaron a fallar en cada tiro, aunque los visitantes tampoco estaban mucho mejor, que sin Musa en la cancha, estaban muy perdidos, y el baremo tomado con Hezonja en esta temporada y sus fallos era absolutamente demencial. Van Rossom, con un tres de cinco en triples, conseguía más puntos para su equipo, además de una falta a Poirier, que se erigió como la figura en la zona cogiendo rebotes y creando presión. 14 puntos para el base de Gante, mientras que el bosnio volvía a cancha, pero los sistemas planteados por Chus Mateo ya no servían, acercándose los locales sin que los madridistas tuvieran algún tipo de respuesta, basándose solo en la precipitación. Otra vez el '31' blanco, una y otra vez el mismo jugador sacando los bemoles para llegar a 24 unidades tras una nueva penetración a derechas muy complicada, aunque era insuficiente el hecho de jugar él solo cada jugada. A cuatro se ponía el Valencia con un triple de Harper, pero el bosnio seguía penetrando en la zona de forma muy sencilla, y de nuevo Van Rossom sacó la calidad a pasear con otro tiro exterior, poniendo el partido en un pañuelo. Aun así, el encuentro finalizó algo más aholgado para los blancos, que sacaron una lucha dinámica e intensa, como siempre contra este equipo.
El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el próximo jueves 24 de noviembre ante el Partizán de Belgrado en el WiZink Center a las 20:45 horas.