La importancia del fondo de armario

Llull, Rudy, Darden, Mirotic y Bourousis. Estos cinco nombres forman el quinteto inicial de un Real Madrid que no sabe todavía lo que es perder esta temporada. Sin embargo, si los titulares son importantes, los suplentes no se quedan atrás. Sergio Rodríguez, Carroll y Felipe son sólo algunos nombres de los jugadores que no inician el partido como titulares, pero que son capaces de destrozar cualquier tipo de defensa o ataque rival.

Tras muchas temporadas buscándolo, el Real Madrid ha conseguido forjar una plantilla trabajadora y de calidad. Al contrario que en pasadas campañas, cualquiera de los doce jugadores que a día de hoy están bajo las órdenes de Pablo Laso pueden actuar como titulares, teniendo muy definida su función y su papel en esta plantilla que aspira a todo.

El poste cubierto a la perfección

Mejri, Slaughter y Felipe son los tres jugadores con los que cuenta Laso a la hora de sustituir a Mirotic y a Bourousis. Cada uno con cualidades completamente distintas crean un banquillo tremendamente completo, capaz de cubrir cualquier tipo de necesidad que el partido requiera.

Los tres son grandes defensores y su principal rol es el de defender con intensidad. Pero cada uno posee, además, una cualidad que le difiere del resto. Marcus Slaughter es un pívot con pies de alero. La rapidez de piernas que posee el americano es increíble. Capaz de jugar como 'punta de lanza' en la zona 1-3-1 que a veces presenta el técnico merengue, Slaughter posee una velocidad de reacción por encima de la media de los pívots de primer nivel. Pero si el partido requiere de intimidación, Mejri es el hombre. Su asombrosa envergadura, a la par que su buen hacer taponador, hacen de Salah un auténtico bastión en la zona.

Mención a parte merece el capitán. Felipe Reyes es un reboteador nato y ese don le hará ser recordado como uno de los mejores capturadores de rebotes del baloncesto europeo. En ambos lados de la cancha el cordobés no deja que, tras rebotar el balón en el aro, este caiga en manos rivales. Además de esta faceta defensiva, su tiro de cinco metros es un escándalo, y desconcierta a la defensa rival cuando sale de la zona, su coto de caza habitual.

El perímetro está más que asegurado

Díez, Carroll, Draper y Sergio Rodríguez son los recambios con los que cuenta el míster madridista en el perímetro. Dos de ellos ejercen un rol más defensivo, mientras que la otra dupla es un dolor de cabeza constante para el rival en ataque. Díez y Draper están destinados cada partido a dar un ritmo más en defensa al conjunto blanco cuando pierde algo de intensidad. El americano, en concreto, es un auténtico soplo de aire fresco cuando entra a secar al base de turno, generando habitualmente grandes dudas, tanto en el juego como en el entrenador rival.

Pero donde realmente se nota una frescura inigualable y una capacidad ofensiva tremenda es con la dupla Carroll-Sergio Rodríguez en cancha. El americano y el tinerfeño llevan a cabo un auténtico espectáculo desde el momento en que entran en la cancha. Con una gran facilidad para anotar y asistir, respectivamente, generan superioridad prácticamente en cada ataque blanco. Su entrada genera un martillo pilón ofensivo, y es que el rival, tras sufrir a Rudy y Llull, se encuentra con dos relevos de lujo con un peligro ofensivo muy similar.