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La perfección existe

de Alejandro López

De ensueño. No hay mejor forma para describir el baloncesto que desarrolla el Real Madrid. El Laboral Kutxa lo ha sufrido en sus propias carnes y ha visto cómo el equipo de Laso se imponía por 105-72 ante una afición entregada al juego de los blancos. La actuación de Carroll se recordará durante mucho tiempo.

Mejor no pudo empezar el primer cuarto para el Real Madrid, y es que la intensidad defensiva unida al buen hacer del equipo en el aro rival -Bourousis por dentro y Llull por fuera- lograron un parcial inicial de 9-2 en los dos primeros minutos de juego. El partido cogía un rumbo que Scariolo no estaba dispuesto a permitir y, tras un tiempo muerto más que instructivo, el Laboral Kutxa se entonó en ambos lados de la cancha. Atrás endureció su defensa, y en la zona del conjunto blanco comenzó a jugar el pick & roll sobre Pleiss.

Esta jugada trajo de cabeza a Laso y el equipo madridista, que veía cómo con un simple bloqueo el conjunto vasco llegaba a ponerse por delante en el marcador. En ese momento Laso dio entrada a Sergio Rodríguez, Carroll y Mejri que devolvieron al equipo madridista a liderar el marcador al término de los diez primeros minutos.

Jaycee Carroll, de dulce

Pero lo bueno aún estaba por llegar, porque el segundo cuarto del Real Madrid iba a ser idílico. Tres nombres saltaron a la palestra, en orden de importancia. Salah Mejri desempeñó una defensa sensacional  y cerró el rebote de una forma escandalosa para irse a los 8 puntos y 6 rebotes al término de la primera mitad. Tras el tunecino apareció el jugador más en forma del conjunto blanco en este inicio de temporada. Sergio Rodríguez se puso el mono de repartidor y en diez minutos repartió 8 asistencias para lograr que el Madrid se despegara en el marcador bajo una dirección sensacional.

Pero el show y el hacer posible lo imposible quedó en las manos de un Jaycee Carroll cuyo papel fue digno de enmarcar. 20 puntos, 6/7 en triples y 1/1 en tiros de dos para derribar los cimientos de un Palacio de los Deportes anonadado por lo que el americano estaba realizando. La aportación del merengue en los segundos diez minutos no pudo ser mejor, y se fue al descanso con un +16, poniendo el 58-42 en el marcador.

El espectáculo no cesa

Tras el descanso, todo comenzó algo adormecido para los blancos. Los dos primeros ataques blancos carecieron de la fluidez con la que se acabó la primera mitad, algo que aprovechó Nocioni para reducir la ventaja desde el exterior, pero todo quedó en un espejismo. Rudy devolvió a la realidad al conjunto vasco. El acierto del mallorquín fue implacable y, escudado por un Mirotic con claros aromas a lo Bodiroga, reboteaba, corría y anotaba con facilidad. Con este guión llegaron los blancos a imponer los 20 puntos de diferencia al marcador, que se mantuvieron hasta el final del tercer cuarto.

En los últimos diez minutos el idilio merengue continuó, muy a pesar de un Laboral Kutxa alicaído por el juego que imponían los blancos. Carroll, Mejri y el 'Chacho' volvieron a la cancha para seguir ampliando la distancia y matar definitivamente al conjunto vasco al grito de "¡Así gana el Madrid¡", que retumbaba como nunca en el Palacio.

Con esta victoria digna de enmarcar, por 105-72, el conjunto blanco cierra un mes de octubre que se antojaba complicado con una matrícula de honor y dejando un sabor de boca más que dulce antes de recibir al Brose Basket en Euroliga.


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