Lituania va muy en serio
Tras la clasificación de España, Francia y Croacia, solo quedaba por saber el cuarto equipo que estaría en semifinales y lucharía por las medallas. Lituania e Italia se enfrentaban en uno de los duelos más igualados, con dos de las selecciones que mejor baloncesto habían practicado a lo largo del torneo, y que se terminó decantando a favor de unos lituanos que estuvieron más acertados en los momentos cruciales del encuentro.
El partido comenzó con una Lituania tremendamente enchufada. Con un parcial de 9-2 en los primeros minutos, el recuerdo del partido de España ante Serbia sobrevolaba la pista. Con los grandes problemas para anotar de Italia y una defensa que nada se parecía a lo visto hasta ahora, los lituanos amenazaban con marcharse rápidamente en el marcador, pero la casta de los italianos les permitió entrar poco a poco en el partido ante una Lituania que se marchaba siete arriba tras los primeros diez minutos (22-15).
En el segundo cuarto, el bagaje ofensivo de Italia mejoró con la aportación de la segunda unidad, en especial de un Diener que con siete puntos acercaba a los suyos en el marcador. Sin embargo, la gran actuación del base italiano encontró su respuesta en Pocius. El ex del Real Madrid anotó ocho puntos para volver a poner a su equipo por delante (34-26). A partir de ese momento, los de Simone Pianigiani empezaron a remontar a base de esfuerzo y trabajo defensivo, y con un Belinelli que recordaba al de los primeros partidos, lograron irse al descanso sólo un punto por debajo (40-39).
El paso por los vestuarios no enfrió a ninguna de las dos selecciones. En los primeros minutos del cuarto, las defensas se impusieron a los ataques y volvieron a resultar fundamentales tanto en uno como en el otro lado de la cancha. Tras cinco minutos en los que la producción en ataque fue escasa, el tremendo potencial ofensivo de ambos conjuntos hizo su aparición. Datome y Cinciarini por parte de Italia, y Kalnietis y Maciulis por parte lituana, fueron los encargados de abrir el aro rival para llevar la igualdad al final del último cuarto (57-58).
La defensa lituana cierra el partido
Los últimos diez minutos prometían ser de infarto. Sin embargo, el último cuarto resultó ser un paseo para Lituania, que acabó con todas las esperanzas italianas en apenas cinco minutos. Junto con su gran repertorio en ataque, la defensa planteada por Jonas Kazlauskas secó a una Italia que estuvo más de la mitad del cuarto sin anotar y que tras encajar un parcial de 15-0 veía cómo se le escapaba el partido. A pesar del tímido intento de remontada -llegó a ponerse a seis puntos-, las malas decisiones en ataque de Aradori, con dos bandejas claras falladas y una pérdida fundamental, permitieron a Lituania llevarse el partido y clasificarse para semifinales, donde ya les espera Croacia.
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