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Morabanc Andorra 70-89 Real Madrid: el dúo argentino gana partidos

de Diego Rivero Mosqueda
Real Madrid de baloncesto

El Real Madrid de baloncesto comenzó con muy buen pie su encuentro frente a Morabanc Andorra, sobre todo gracias a un Edy Tavares muy acertado desde la zona, tanto en lanzamientos como en rebotes. Eso si, los del micro-estado plantaron batalla, al menos en intensidad, aunque poco a poco se acercaron en el marcador. De hecho, los blancos se atascaron un poco en ataque con varias pérdidas algo innecesarias e intentando forzar tiros libres con un juego muy físico en la ofensiva. Aun así, con acciones muy positivas de la mano de Alberto Abalde y Sergio Llull, se amplió la ventaja existente hasta pasar al siguiente cuarto.

Ya en el segundo periodo, la dinámica no cambió en exceso, aunque los locales se acercaron poco a poco en el marcador con varios contraataques bien ejecutados. La ofensiva del Real Madrid, por otro lado, se quedó helada, y no fue capaz de reaccionar a las continuas acometidas de los andorranos, que eligieron bien los pases y sus selecciones de tiro. Asimismo, las pérdidas madridistas (15 en total) no hicieron más que empeorar la situación, y el arbitraje castigó con varias faltas un poco cuestionables los bloqueos de los interiores. Y así se puso Andorra por delante, y es que aprovecharon la situación a la perfección para poner tierra de por medio con un buen triple tras bote. Llegó el descanso con un desventaja mínima, pero con sensaciones bastante pobres.

Tras el paso por vestuarios, la primera jugada del Real Madrid fue una buena definición del partido: mal lanzamiento. A continuación, Andorra anotó el suyo y aumentó la diferencia, por lo que las malas noticias se apiñaban en una misma fila. Con los madridistas solo anotando desde el tiro libre, los andorranos se sintieron mucho más cómodos en la cancha, y lanzaron desde varias posiciones con bastante acierto. El que tomó buenas decisiones en todas las zonas fue Abalde, sobre todo en la lucha por el rebote, ya que lo cargó con eficiencia y efectividad, algo que faltó mucho en el conjunto blanco. Y se recuperó el liderato con todo por decidir en los diez minutos que restaban gracias a un muy buen Facundo Campazzo, que identificó a la perfección las debilidades locales para explotarlas.

El último cuarto comenzó con una ventaja de 15 puntos en el marcador, y es que el "run" final del tercer periodo fue clave para encarar esta fase con mucha más tranquilidad. La intensidad no bajó, de todas formas, y tampoco el acierto. Con un acierto bastante alto en ataque se impuso la ley madridista en Andorra, y es que el descanso ayudó a los de Chus Mateo, que se vieron algo perdidos en el segundo cuarto. Asimismo, la toma de decisiones cogió otro color y también ritmo, lo que ayudó a los planes blancos de conseguir la victoria. Tras muchos minutos bajo las cuerdas con un muy buen juego de los locales, el Real Madrid pudo llevarse el partido con una cara mucho más reconocible.


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Sábado 23 noviembre
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