Partizan 80-82 Real Madrid: Goss les da una vida más a los blancos
¡Final en Belgrado! Partido más que caliente el que tuvo que jugar el Real Madrid en Belgrado bajo la atenta mirada de 20.000 aficionados del Partizan. El infierno esperaba a los de Chus Mateo, que llegaban al pabellón con la intención de sumar el primer punto de la eliminatoria. No iba a ser sencillo, pero estaban obligados a ello tras el 0-2 en el WiZink Center y una trifulca que obligó a suspender el segundo partido a falta de 1:40 para el final con 80-95. Esta victoria fue muy sufrida, con una primera parte algo pobre, mientras que tras el paso por vestuarios, los madridistas ofrecieron una mejor versión, y pusieron el 1-2 en la eliminatoria con muchas dificultades, pero las versiones de Hezonja, Tavares y Goss fueron suficientes para sacar adelante el encuentro.
El Real Madrid salió de inicio con Nigel Williams-Goss, Sergio Llull, Dzanan Musa, Petr Cornelie, y Walter Tavares, que volvía después de superar una dolencia física. En estos primeros compases, los madridistas notaron la presión desde el inicio y no pudieron anotar ni un solo punto en sus primeros ataques. Los de Obradovic supieron hacer daño en la zona a pesar de la presencia intimidatoria del caboverdiano, que comenzó algo peor el encuentro. El primer parcial fue muy llamativo, y es que los serbios se pusieron nueve arriba tras tres perdidas blancas consecutivas. Ello obligó a Chus Mateo a solicitar tiempo muerto, aunque de poco sirvió, pues los locales aumentaron su ventaja sustancialmente. La 'Chusina' no sirvió de mucho ya que al regresar Partizan puso el 12-0 en dos transiciones muy rápidas después de otras dos pérdidas de balón. Al menos, Goss puso los dos primeros puntos blancos desde la línea de tiros libres. Los madridistas despertaron en el encuentro gracias a la participación de Musa, aunque el bosnió no encontró su mejor nivel. El balcánico se asociaba muy bien con sus compañeros y la distancia empezó a reducirse. La defensa se antojaba clave, aunque a efectos prácticos no hubo resultado favorable para los intereses blancos, que se hundían en la zona y también en el marcador. La inoperancia del entrenador madrileño fue muy alta durante este primer cuarto, y el marcador (32-19) dio fe de ello.
En cuanto al segundo cuarto, el inicio fue completamente diferente, pero los fantasmas del pasado, como el rebote defensivo, continuaron jugada tras jugada. Pese a la presencia de Tavares, que cuajó un periodo fantástico, esta faceta se construye desde la defensa y el trabajo en equipo, algo de lo que el Real Madrid carecía hasta el momento. Asimismo, los serbios dominaron esta categoría, así como el tiro de tres, y los dobles digitos no bajaban del electrónico. Por su parte, Zeljko Obradovic pidió un tiempo muerto para calmar las aguas, pues los blancos poco a poco encontraron una grieta en la defensa serbia: la zona. Desde aquel momento, los madridistas se centraron en encontrar al gigante de Maio, que hizo añicos la defensa zonal gracias a su inteligencia en el poste, pues se determinó en encontrar los emparejamientos desfavorables para castigarlos, y tuvo un gran éxito. De su mano, y también de la de Musa, algo irregular, acercaron a los de Chus a tan solo tres puntos, y en esta dinámica positiva, como siempre durante la temporada, el poste fue su mejor recurso.
El tercer periodo empezó de color negro también, aunque el marcador, completamente cerrado, no se movía en los guarismos de la primera mitad. El caboverdiano se hizo grande en la zona y realizó un tapón estratosférico a Nunnally, mientras que al contraataque Mario Hezonja se sumó con un triple a la remontada blanca, que se puso por encima por un punto. En cuanto al sistema ofensivo, la velocidad de circulación era más alta que durante los primeros periodos, y la defensa serbia no encontró la manera de parar ello. El croata fue el mejor jugador en ataque, pues encontró las ventajas necesarias, aunque pocas disponibles, para continuar en su anotación. Por otro lado, el festival de triples se adueñó del partido con varios, uno de Papapetrou, LeDay y otro de Goss, pero esto favoreció al equipo blanco, que terminó por delante para los últimos diez minutos.
Los últimos diez minutos comenzaron de forma muy intensa, con varios errores del Real Madrid, sobre todo de Tavares, al que el cansancio lo acusó de forma más acentuada. El festival de tiros comenzó en ambos lados de la cancha, y los dos equipos encestaron los suyos, por lo que el encuentro continuó muy cerrado. Intercambio de canastas muy elaboradas, aunque el equipo blanco cambió de sistema en defensa, con una zona que tuvo éxito, pues dificultó a los serbios en su circulación de balón, aunque anotaron dos tiros seguidos que fueron clave. Hezonja, por su parte, destacó por encima del resto gracias a su inteligencia en el juego, ya que supo a quién atacar en cada momento. El triple de Nunnally puso el encuentro en contra de nuevo, tras salirse el del Chacho Rodríguez justo en la jugada anterior, Varias defensas del croata fueron clave para no irse del partido, aunque el ataque blanco fue muy vacío, con solo la alternativa de Tavares en el poste para marcar diferencias en la zona, y eso no era suficiente para construir una ventaja mayor. Goss, tras un gran 'step-back', anotó un triple fundamental para poner en jaque a los de Obradovic, que necesitaban un buen ataque tras el tiempo muerto, para no perder la contienda. Erró el Partizán su tiro y Supermario anotó los dos tiros libres correspondientes, y la victoria se tiñó de blanco