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Polonia salva el honor en su despedida

de Pablo Pérez

Partido con poco el juego, el que disputaban Eslovenia y Polonia para cerrar la primera fase. Los anfitriones ya estaban clasificados mientras que los polacos, que sumaban cuatro derrotas, estaban ya fuera de la competición. Y fue precisamente eso, el ansia de Polonia de abandonar Eslovenia con la cabeza alta, lo que dio intensidad a un encuentro que dominaron de principio a fin ante la pasividad de los locales.

Y así empezó el partido, con una Polonia que desde el primer minuto mostró sus ganas de querer resarcirse de su mala imagen mostrada en los anteriores partidos. Por el contrario, Eslovenia salió a esperar. Esto quedó reflejado en un marcador en el que los polacos ya mandaban a los cinco minutos (4-13). Pero Eslovenia tampoco quería ser humillada y sacó sus garras.

Ese aumento de intensidad, especialmente en defensa, les llevó a secar por completo a su rival, al que le endosó un parcial de 9-0 para igualar el encuentro. Con esta igualdad se llegaría al segundo cuarto, en el que Kelati sería el protagonista. El polaco, que tras la derrota ante España lamentó la imagen dada, se echó el equipo a la espalda para, con 7 puntos en menos de un minuto volver a abrir distancia en el marcador.

Kelati y Gortat abren distancia

Como ocurriera  en el primer periodo, los locales trataban de reaccionar, esta vez de la mano de Lorbek y Nachbar, pero primer Kelati y luego Gortar, que cogió el relevo de su compatriota, emergieron para mantener y aumentar la brecha favorable a Polonia, que alcanzó los 20 puntos a seis minutos del final (47-67).

Un último tramo del partido en el que los eslovenos se pondrían las pilas para maquillar el resultado y lavar un poco su imagen dado a lo largo de los 34 minutos anteriores. Al final, 61-71 y victoria para una Polonia que se resarce de los tres partidos anteriores.


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