Real Madrid 79-69 Monbus Obradoiro: victoria reñida pensando en Baskonia
Primer minuto y medio de cuarto y hubo más fallos que aciertos tanto en el Real Madrid como en Monbus Obradoiro, aunque ya se encargó Dzanan Musa de cambiar la dinámica con un triple. Se sumó Eli John Ndiaye con una puerta atrás doblando línea de fondo muy inteligente, pero no pudo transformar el tiro libre adicional. Y uno lanzamiento exterior más, esta vez de Facundo Campazzo, y es que el partido no tuvo pausa ninguna. Quien disfrutó mucho sobre la pista fue Fabien Causeur, que hizo relucir su repertorio de bandejas desde cualquier ángulo, y es que sus penetraciones fueron un aspecto clave para entender el gran parcial de los madridistas. De hecho, en una de ellas asistió mirando a otro lugar del WiZink Center para que el bosnio ejecutase desde la esquina.
Ya en el segundo cuarto, y con la entrada de Carlos Alocén y Alberto Abalde, la consigna fue clara: descanso de las estrellas y minutos a los menos habituales. El quinteto fue muy diferente junto a Rudy, Ndiaye y Vincent Poirier, aunque la defensa subió un par de niveles en intensidad. Tanto, que el Real Madrid cometió tres faltas personales en apenas un minuto y diez segundos de juego. Tuvo que parar el partido Chus Mateo, y es que los blancos no anotaron en ningún ataque, y sus posesiones fueron muy superficiales. Nada de juego ni tampoco de efectividad, y es que tuvo los ataques fueron muy planos, y no subieron los 28 puntos desde que se inició este periodo. Tuvo que romper la sequía Guerschon Yabusele con un baile en la zona, al que se unió Sergio Llull con un buen triple. Mejores sensaciones antes del descanso, eso sí, pero con todo por decidir.
Tras el paso por vestuarios entraron Mario Hezonja y Edy Tavares, una muestra de que el Real Madrid iba a por el partido. Aunque el que destacó por encima del resto fue Campazzo, que anotó un triple para cortar la racha negativa, que se alargó más de lo debido gracias a una actuación impecable de los árbitros, que regaron con tiros libres a los gallegos. Fue tan sumamente horripilante ver al trío de naranja decidir faltas según el equipo que hiciese los contactos, que fue imposible intentar jugar tanto en ataque como en defensa. Fue en una combinación entre el croata y el argentino cuando los blancos se pusieron por delante, aunque todavía quedaba mucho. De hecho, en este final de cuarto hubo muchas interrupciones y solo tiros desde el 4'60.
Los últimos diez minutos siguieron el mismo guion del final del tercer cuarto. Poirier rompía la defensa zonal de Obradoiro y recibía muchos balones que doblaba desde la línea de tiro libre. Esto hizo que el Real Madrid encontrase penetraciones mucho más sencillas que esta vez sí transformaron en puntos. Y de nuevo faltas una y otra vez por parte de Monbús, que esta vez con Tavares en cancha, tampoco supieron defender lo más profundo de la cancha. Con un ritmo de partido bajo, el club blanco trató de explotar la presencia del pívot caboverdiano, y en ocasiones se tradujo en pérdidas innecesarias. Gracias a la aparición ofensiva de Causeur, junto a la defensa impenetrable de Rudy, los blancos pudieron cerrar una victoria pensando en Baskonia, y es que el próximo miércoles los de Chus Mateo tienen el primer 'match ball' de la eliminatoria.