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Real Madrid 80-95 Partizán de Belgrado: partido suspendido tras una pelea esperpéntica

de Iván del Dedo

¡Final en el WiZink Center! Después de sufrir el peor traspiés posible, perdiendo el primer partido de la eliminatoria ante el Partizán de Belgrado, el Real Madrid de baloncesto ha vuelto al Palacio obligado a ganar al conjunto de Zeljko Obradovic para no dejarse un Everest de cara a su visita a Serbia. Pero, tras un choque sin nada positivo por parte de los blancos, los colegiados han suspendido el encuentro tras una bronca con posterior pelea con todos los jugadores involucrados. 

Empezando por el principio y no dejándonos llevar por la incredulidad final, el Palacio, cómo no, ha estado vibrante. El de las mejores noches. El de las noches europeas. Un Palacio al que se han querido sumar Vinicius Jr., Federico Valverde y Usman Garuba, situados junto al banquillo blanco.

El primer cuarto del Madrid ha sido para olvidar. Así de directo. Un equipo irreconocible, errático y que no ha llegado a entrar al partido y, aún así, se ha salido a la mínima que el arbitraje ha comenzado a cambiar el criterio. Chus Mateo, que ha pedido un tiempo muerto antes del segundo minuto de partido, no ha podido solucionar la nula fluidez y la precipitación madridista. Partizán, por su parte, se ha movido en un terreno favorable, ajeno al malestar blanco y con un acierto en triples, de nuevo, muy alto, lo que le ha llevado a meter la friolera de 31 puntos en el cuarto.

Pero cómo no, el Palacio siempre tiene una vida más para su equipo, siempre queda una gota de aliento y siempre hay una gota de oxígeno más que insuflar en el gotero merengue. Y eso, el equipo lo ha notado y lo ha trasladado a la pista, aunque de forma muy fugaz. Pero, a pesar de esa leve mejoría madridista, los serbios no se han ido del choque, han seguido anotando con una facilidad pasmosa y la dupla Exum-Punter ha sido indefendible y clave para aumentar aún más la diferencia en el marcador frente a un Madrid que se ha diluido muy rápidamente.

Tras el paso de los jugadores por el túnel de vestuarios, el ambiente y el equipo han salido con una energía diferente. Matar o morir. No hay más. La última bala. Y con la electricidad del Palacio y la zona que ha puesto Chus Mateo, el partido ha cambiado por completo. Hasta que el trío arbitral ha decidido cargarse el partido por completo, cortar el ritmo blanco, pitar faltas fuera de posesión, faltas que no han sido y permitir cualquier contacto a los serbios. Eso hasta que el Madrid ha vuelto a estar fuera del choque y ha generado una gran jugada. Con Hezonja liberado en el triple y el pase realizado, los árbitros han pitado un contacto mínimo para terminar de crispar a los blancos y a la grada.

Pero, una cosa importante, gran parte de los tiros de los de Obradovic han sido sacando la pierna e invadiendo el cilindro imaginario del defensor. Sí, el mismo que provocó una falta a Musa que fue clave el martes. Hoy, por alguna razón que desconocemos, ninguna ha sido falta. ¡Curioso!

El último asalto, al que el Madrid ha entrado 13 abajo, a pesar del gran final de tercer cuarto de Rudy, ha comenzado con una técnica señalada al banquillo blanco durante el descanso. Para rematar. Y poco más. No ha habido mucho más allá de un monólogo serbio, con un acierto descomunal, al que los merengues no han sabido responder. Si el martes los de Chus Mateo perdieron el factor cancha, hoy han perdido casi cualquier esperanza de remontar la eliminatoria. 0-2 en contra, ni una respuesta al rival, arbitraje desastroso que empeorará en Belgrado y ninguna sensación positiva, en ningún ámbito. Además, el Palacio ha terminado dividido con Berserkers y varios aficionados más recordando a Pablo Laso mientras otros muchos les echaban en cara este hecho con el equipo aún jugando. Partizán y Obradovic, han dinamitado Madrid en dos días. 

Y para poner el broche, ha sucedido algo que nadie quiere contar en una crónica deportiva y que ha avergonzado al mundo del baloncesto. En una jugada sin nada que protestar tras una antideportiva de Llull a falta de 1:40 para el final, se ha formado una pelea monumental con varios jugadores de ambos equipos involucrados. Punter ha comenzado encarándose con Llull y levantándole los puños, pegando puñetazos posteriormente a Musa, al que Lessort ha agarrado del cuello para tirarle al suelo. Yabusele, por su parte, se ha ido a por Exum, que estaba golpeando a Llull por detrás, y le ha hecho una llave para hacerle caer al suelo y tirarse encima. Deck también se ha metido por medio para concluir algo absolutamente deleznable. Y los árbitros, con un papelón encima, tras más de 15 minutos de revisión han terminado suspendiendo el encuentro expulsando a 10 jugadores del Madrid y a 11 de Partizán.

Este acontecimiento traerá consecuencias, tanto por parte de la Euroliga como por parte de ambos clubes, y veremos en qué puede influir para la semana que viene, cuando los blancos tendrá que viajar a Belgrado a jugar el tercer partido, ya sin red, tratando de alargar la eliminatoria.

El siguiente encuentro del Real Madrid de baloncesto se disputará el próximo domingo 30 de abril ante el Casademont Zaragoza en Liga Endesa. Se jugará a las 12:30 horas.


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