.

Real Madrid 86-79 FC Barcelona: exhibición madridista en el Clásico

de Iván del Dedo
Real Madrid de baloncesto

¡Final en el WiZink Center! Después de un comienzo inmaculado de Liga Endesa con dos victorias ante el Zaragoza y el Manresa, pero con la baja de última hora de Tavares, el Real Madrid de baloncesto ha vuelto al Palacio para enfrentarse al FC Barcelona en el Clásico de ACB. Un partido, además, con más picante del ya habitual en estos choques, ya que ha significado el regreso de Willy Hernangómez a la que fue su casa.

El primer cuarto ha sido una montaña rusa de emociones. Un Clásico, vaya. El Madrid, empujado por un Palacio efervescente, ha endosado un parcial de 11-2 al Barça de salida. Una mandarina de Facundo Campazzo sobre la bocina de posesión y un trabajo brillante de Ismaila Diagne bajo el aro de ataque, reboteando y anotando, han llevado a los de Chus Mateo a hacer temblar los cimientos del recinto de la calle Goya. Pero Roger Grimau, ante la incomparecencia de su equipo, ha cambiado el partido con un tiempo muerto, ajustando la defensa y dejando sin fluidez a los blancos. A pesar de ello, el conjunto blaugrana no lo hizo mucho mejor en ataque, recortando la distancia muy poco a poco y con posesiones trabadas. Willy pudo empatar el duelo, pero la presión del Palacio le llevó a fallar dos tiros libres y a agotar la siguiente posesión.

En el segundo asalto, los madridistas han vuelto a salir muy enchufados, pero descuidando más la parcela defensiva y algo erráticos en ataque. De hecho, por momentos, los de Chus Mateo han acusado una impaciencia innecesaria, pero han dejado dos jugadas brillantes, con dos alley-opps asistidos por el ‘Chacho’ y anotados por Poirier. El pívot francés, con 8 puntos, ha compensado la exhibición individual de Darío Brizuela, muy conectado al choque. Y unos buenos minutos finales del ‘Facu’ en la dirección y del dúo Rudy-Musa en defensa y ataque, han puesto a los merengues, de nuevo, al mando.

Tras el descanso, el Real Madrid le ha metido una marcha más al partido y ha pillado con el pie cambiado al Barça, incapaz de responder en defensa a la armada de ataque blanca, muy fluida y encontrando espacios en la pintura. Cuando la orquesta está afinada, la sinfonía es dulce y pone las notas de un Palacio que se encarga de la letra. Destacar a algún jugador en un cuarto coral, sería una injusticia, pero hay que reseñar, de nuevo, la conexión ‘Chacho’-Poirier. El base canario se entiende como nadie con los pívots blancos, porque después ha hecho lo mismo con Ismaila, que ha vivido su noche mágica. La de variantes que tiene este año Chus Mateo con Sergio y el ‘Facu’ son inmensas y prometen mucho disfrute en Madrid. Eso, si no lo impiden los colegiados, como en el final de este cuarto. Parece que la brecha del Madrid en el marcador a alguien no le interesaba y el trío arbitral ha comenzado a señalar infracciones sin sentido. ¡11 faltas le han sancionado a los blancos! ¡11! Así el Barça ha podido paliar su falta de ideas en ataque y arañar puntos desde el tiro libre.

El último asalto, al que el Madrid ha entrado 9 puntos arriba, ha comenzado con dudas en la defensa merengue. Dudas generadas por el listón de faltas, claro, que ha seguido igual. O, mejor dicho, desigual, entrando el 'Facu' en problemas –con 4 faltas– restando 7 minutos. Pero no se han venido abajo ni él ni los blancos. Y, es más, han vuelto a subir una velocidad para aumentar la diferencia. Sólo Brizuela ha plantado cara al Madrid, sin mucha más ayuda que la de Laprovittola en alguna acción puntual y Kalinic en el último minuto, pero incapaces de sostener a un Madrid y a un Palacio que ha acabado al son de "así, así, así gana el Madrid". 

El siguiente encuentro del Real Madrid de baloncesto se disputará el próximo viernes 6 de octubre a las 20:30 ante el Baskonia en la primera jornada de Euroliga.


Otras noticias
PUBBLICITÀ