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Real Madrid 98-94 Partizán de Belgrado: la historia madridista es interminable

de Iván del Dedo

¡Final en el WiZink Center! Y cómo explicar la historia. Cómo explicar que todo lo que parece imposible el Real Madrid lo convierte en realidad. Cómo explicar que un equipo muerto tras los dos primeros partidos, llegara vivo al quinto. Cómo explicar que en ese quinto, los blancos estuvieran 16 abajo y remontaran. Cómo explicar la historia cuando no tiene explicación. Cómo explicar lo que es ser y sentir al Real Madrid. 

Tras dos partidos de infarto en tierras serbias que se saldaron con sendas victorias madridistas para igualar la serie y un triunfo más el fin de semana ante Unicaja, el Real Madrid de baloncesto ha vuelto al Palacio para disputar un partido que nadie esperaba. Para jugar el quinto encuentro de una serie en la que ni la persona más positiva daba como posible. Para enfrentarse al Partizán de Belgrado por una plaza en la Final Four de la Euroliga.

Ante estas características, no hace falta casi ni mencionar que el ambiente del Palacio ha sido espectacular, de época, de los que se quedan grabados en la retina de todos los que hemos tenido la suerte de asistir a un partido único dentro de una de las mejores eliminatorias que ha habido en la historia de la competición.

El primer cuarto ha comenzado lleno de imprecisiones de salida por parte de los dos y varias perdidas, con un listón arbitral bastante alto en defensa, que ha permitido muchos contactos. Más a unos que a otros, todo sea dicho, pero no es novedad. Han sido minutos de poca fluidez ofensiva, mala circulación de balón y pocos espacios, en los que aún así el marcador ha sido de 22-23, con acierto exterior serbio y una buena actuación de Musa para los blancos. Además, ha habido un taponazo de Ndiaye que ha subido aún más los decibelios del pabellón.

El guion del segundo asalto ha cambiado algo de inicio, con algo más de velocidad de juego (no era difícil con un primer cuarto que ha durado 30 minutos) y la enésima demostración de calidad de Punter, que aunque odiado por el publico merengue por su final de segundo partido y sus constantes gestos hoy a la grada, se le caen los puntos de las manos sin inmutarse. Y el Madrid con Rudy, Llull y el ‘Chacho’ en pista. Los viejos rockeros nunca mueren y siempre están dispuestos a dar un aliento más en la batalla. Pero, aún así, eso no ha sido suficiente para parar el caudal ofensivo de los de Belgrado, entonados, con mucha fluidez y un acierto descomunal, favorecidos también por un arbitraje demencial que ha metido a Tavares en 3 faltas quedando más de 25 minutos y a varios jugadores con dos más y el mismo tiempo por delante.

Tras el paso por vestuarios, al que los blancos han llegado 16 abajo tras la exhibición de Punter y los 32 puntos de Partizán en el segundo cuarto, el partido no ha cambiado. Mejor dicho, el arbitraje no ha cambiado. Podríamos hablar de baloncesto, sí, pero ¿para qué? Cada vez que el Real Madrid ha intentado remontar y daba señales de acercarse en el marcador, el trío arbitral se ha inventado alguna situación para revivir a los serbios. No se recuerda algo semejante en mucho tiempo. Y si a eso le sumas un acierto perimetral brillante por parte de todo el conjunto serbio, es la mezcla perfecta.

El último asalto ha llegado con el Madrid tan solo 7 abajo, gracias a unos instantes finales eléctricos de un Palacio que ha empujado a los de Chus Mateo para completar un parcial de 30-21. Y explicar estos minutos desde la lógica tendría poco sentido. Cuando todo está perdido, cuando todo parece acabado, cuando el equipo parece estar muerto, resucita. Esto es Europa. Esta es la magia del Real Madrid. Esta es la magia del ADN blanco. Esta es la magia de un equipo que cree y lucha hasta el final. Esta es la magia de unos jugadores arropados por un público que no ha dejado de animar ni con el partido perdido. Real Madrid. Dos palabras. Una historia llena de grandeza y una historia, siempre, siempre, siempre por hacer. Eso es lo que marca la diferencia. Que cuando cualquier equipo estaría muerto y sin armas, los merengues cogen un tirachinas sin gomas desde el suelo y noquean al rival. No se puede explicar. 

Y sí, en el último cuarto también ha habido mucho baloncesto y una exhibición del 'Chacho', grandes momentos de Lull y un gran Tavares. Pero ¿qué más da el baloncesto cuando son las emociones las que ganan?

El siguiente encuentro del Real Madrid de baloncesto se disputará el próximo viernes 12 de mayo ante el Valencia Basket de en la Liga Endesa. Se jugará a las 21:00 horas.


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