Segundas partes nunca fueron tan buenas
Las segundas partes de los partidos del Madrid de baloncesto están siendo los puntos de inflexión donde el partido se decanta a favor de los blancos. La última prueba de ello es el partido de ayer ante el Anadolu Efes. Tras ir perdiendo al descanso, los madridistas consiguieron darle la vuelta al partido.
El Real Madrid de baloncesto ha adquirido esta temporada la costumbre de decantar los partidos a su favor gracias a unas segundas partes muy buenas de los de Laso. Ya es habitual encontrarse a un Madrid más flojo en la primera parte que en la segunda mitad de los partidos.
Los de Laso esta temporada están partiendo los partidos a su favor en las segundas partes, donde los blancos mejoran de cara al aro, imprimen más intensidad defensiva y despliegan mejor juego y velocidad. No es lo que sucede en la primera mitad.
Por contra, en los dos primeros cuartos los de Laso se muestran más dubitativos, menos imprecisos de cara al aro y con menor intensidad defensiva. Prueba de ello es que en la mayoría de partidos tanto de Liga como de Euroliga, los de Laso rompen en el partido en los dos últimos cuartos.
El partido contra el Anadolu Efes ha sido el último ejemplo de ello, un partido muy disputado donde los blancos se pudieron llevar la victoria gracias a una segunda parte donde fueron superiores. La única excepción en donde el Madrid no pudo romper el partido en esos cuartos fue contra el Barcelona el pasado fin de semana.
En esa ocasión, los blancos tuvieron que esperar al último cuarto para decidir el partido, ya que en el tercer cuarto se vieron superados por los azulgranas, pero los de Laso no defraudaron y, gracias a un grandísimo Carroll, se acabaron llevando la victoria gracias al gran último cuarto.