En caída libre

Una derrota más para el Real Madrid Castilla, esta vez frente al Zaragoza (1-2) y en un partido en el que se repitieron los fantasmas del pasado. Los blancos dominan, pero es el rival el que se lleva el premio. En esta ocasión, Henríquez les sorprendió nada más empezar un partido que empataría un genial Burgui en el minuto 57'. Y cuando todo apuntaba a la primera victoria castillista, los de Toril se llevaron un jarro de agua fría en forma de un gol que firmaría Víctor para dar la victoria al Zaragoza.

Un Di Stéfano animado y con Ancelotti, Pepe, Pardeza y Morata como espectadores de lujo recibían a un Castilla obligado a ganar. Para ello, Toril había decido meter a Burgui como extremo e introducir a un lateral ofensivo como Quini. Pero pronto vendría el primer palo para el primer filial madridista, que sin tiempo para asentarse en el partido vería cómo se adelantaba el Zaragoza.

Los maños dominaron el inicio del encuentro y en el minuto 4, Henríquez enfriaría a la afición congregada en Valdebebas. Córner botado por Montañés que peina Álvaro en el primer palo y cuyo rechace aprovecharía el delantero chileno cedido por el Manchester United. 0-1 y al Castilla le tocaba remar desde el inicio del partido.

Tras el gol, el partido entró en una fase de aburrimiento absoluto. Ni Castilla ni Zaragoza llevaban nada de peligro y el juego transcurría en el centro del campo en el que se concentraban todos los jugadores sin movimiento alguno. Pero los pupilos de Toril eran conscientes de que tenían que reaccionar pronto.

Y lo harían, el Castilla metió una marcha más y empezó a desperezarse con el paso de lo minutos. Así, el dominio del juego empezó a ser blanco, pero faltaba lo de siempre: el remate. El filial madridista tocaba y tocaba, pero no era capaz de rematar a la puerta de Leo Franco. Lucas y Burgui empezaban a encontrarse y el Castilla parecía por fin entrar en el partido.

Asedio sin premio

Y las ocasiones no tardaron en llegar. Lucas, Rozzi y Burgui, mas un Casado participativo en labores ofensivas, se hicieron con el peso del ataque blanco. Precisamente fue el lateral el que tendría la primera ocasión clara en el 26' tras un córner botado por Lucas. El asedio castillista sobre la meta maña había comenzado. Burgui y Lucas cogieron el relevo e inquietaron a Leo Franco, igual que Borja, que intentó una chilena en dos ocasiones.

Pero la ocasión más clara de la primera mitad saldría de los pies del italiano Rozzi, que a punto estuvo de estrenarse de blanco en el minuto 41. Espléndido pase en profundidad de Burgui que encontró al delantero blanco, el cual, sin dejar caer el balón, conectó una media volea que se estrelló en el travesaño de la meta de Leo Franco. Poco después volvería a aparecer Casado para tener en el 44' la última oportunidad de la primera parte, que no dio para más.

Burgui hace el empate

Tras la reanudación, más de lo mismo.  El Castilla era el dueño y señor del encuentro y rápidamente volvería el vendaval de ocasiones con el que finalizó la primera mitad. Y esta vez sí que habría premio. José Rodríguez, que entró sustituyendo a Cristian, dirigía el ataque blanco, y suyas fueron las primeras ocasiones de la segunda mitad. Borja también la tendría con un disparo que se marchó rozando el palo derecho de la meta maña.

Pero el éxtasis llegaría de la mano de Burgui en el 57'. El extremeño, que fue el mejor del encuentro, aprovechó un balón muerto en el área para poner la igualada y firmar el segundo tanto del Castilla en lo que va de temporada y el primero en el Di Stéfano. El gol dio lugar a una explosión de alegría que se plasmó en un abrazo generalizado en torno al míster, Alberto Toril.

Tras el tanto castillista la afición y el equipo se vinieron arriba. Esta vez parecía que sí, que la fortuna se iba a aliar con el Castilla para sumar sus primeros puntos de la campaña. Los blancos se lanzaron a por el segundo, sin embargo las ocasiones claras dejaron de llegar y solo unos tímidos disparos de Omar en el 64' y de Jaime, que sustituyó a Borja tras el gol, en el 71' inquietaron a Leo Franco.

Jarro de agua fría

Para lograr ese tan ansiado segundo gol, Toril decidió meter a Raúl de Tomás, que entró por Rozzi. Paco Herrera también movió ficha en su delantera y metió a Víctor por Henríquez. Y funcionó. Ni un minuto tardó el delantero del conjunto maño en hacer el segundo para los visitantes en el 76'. Magnífico movimiento en el borde del área de Víctor que, tras  revolverse, conectó un gran golpeo que Pacheco rozó pero no lo suficiente como para evitar que el esférico se introdujese dentro de la portería blanca.

A partir de ahí, el Zaragoza se metió en su campo con el objetivo de dejar pasar los minutos y llevarse los tres puntos. Los de Toril se lanzaron al ataque en busca de salvar al menos un punto en un partido en el que veían cómo la historia se repetía y pese a dominar se iban a ir de vacío. Jaime y Lucas pudieron poner la igualada en el 89' y 90' respectivamente en el que fue el último arreón de un Castilla que sigue sin tener la suerte de cara.

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