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Primeros y por la puerta grande

de Alejandro López

Nueva victoria del Juvenil A, esta vez ante el Galatasaray (4-1) que le vale para certificar su liderato de grupo y poner los dos pies en los octavos de final antes de viajar a Dinamarca. Cedrés fue el mejor de un partido sobresaliente de los de Ramis.

Como la tarde en Valdebebas comenzó el choque entre el juvenil del Real Madrid y el Galatasaray. Algo frío, con ciertos rayos de sol pero lejos de ambas porterías. El equipo de Ramis, al igual que en el partido de Turquía, llevaba el ritmo y la batuta del choque, pero no inquietaba la meta de Çipe. El empate que se estaba dando en Turín, entre la Juventus y el Copenhague, ya certificaba el pase de los blancos a la siguiente fase, y si los de Ramis lograban la victoria certificarían el primer puesto del grupo.

Control del partido desde el principio

Pues según decretó el final del choque en Turín el colegiado, el Real Madrid arrancaba como un Fórmula 1 y acechaba la portería turca como un auténtico asedio. Recién pasado el primer cuarto de hora, Cedrés inauguraba el marcador con un tanto más que certero tras un gran centro de Rodríguez. Una internada por la banda del lateral blanco acabó con el balón en el segundo palo y con el extremo canario celebrando el primer tanto de una tarde que se preveía triunfante.

Tras el primer tanto, el Juvenil A no bajó el ritmo en ningún momento y vio premiado su tremendo esfuerzo con un nuevo . Fran Rodríguez ponía el 2-0 ocho minutos después de que Cedrés estrenara el luminoso. Una gran internada del lateral blanco dentro le llevaba hasta dentro del área donde encontró el hueco para destrozar nuevamente las redes del equipo turco. El Juvenil creaba una clara sensación de agobio por la rápida e incansable presión que ejercían, además, sin realizar ninguna falta.  De esa presión nació el tercer tanto.

Fue Javi Muñoz el autor del tercero de la tarde, que llegó tras dos buenos recortes del centrocampista dentro del área y un potente disparo que tras rebotar en un defensa turco entró en la portería del desesperado Çipe. Los blancos eran una auténtica máquina de matar, jugando un fútbol directo más que atractivo, teniendo en todo momento el control del partido.

Primera parte perfecta y rumbo a octavos

Con el 3-0 en el marcador se llegó al descanso, pero pudieron ser más los goles que hubiera cantado el Juvenil A si no se hubiese interpuesto el meta turco a las aproximaciones de un desacertado Narváez y de Cedrés.

Tras el paso por vestuarios, los de Ramis no bajaron el listón, y salieron la misma intensidad que mostraron en el primer tiempo, para pesadilla de un Galatasaray incapaz de sacar ninguna jugada desde atrás. Esa presión que impedía el juego turco volvió a tener recompensa, y tras un fallo inverosímil de Naváez, llegaba el cuarto tanto de la tarde obra de Isma Cerro tras un córner botado por Cedrés.

El dominio merengue era total, pero poco a poco y debido al cansancio, la batuta del balón la iban perdiendo poco a poco. Ramis realizó entonces sustituciones, pero le salieron rana. Sáez que entró en el descanso se tuvo que marchar lesionado por un pinchazo en el muslo, y Enzo no encontraba ninguna ocasión clarividente para demostrar sus facultades. En este contexto llegó el tanto de la honra del Galatasaray, obra de Ergün tras rebotar el esférico en Fran Rodríguez y provocar la no llegada del guardameta blanco.

Pero esto no ensució el buen partido que realizó el filial merengue, que tras el pitido final certificó su pase a octavos de final por la puerta grande y con una victoria contundente.


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