Saliendo del infierno
Desde el 19 de agosto el Real Madrid Castilla estaba afincado en los siempre incómodos puestos de descenso. En esa primera jornada el entonces equipo de Toril perdía contra el Real Sporting y comenzaba su particular infierno.
Con ese momento como punto de partida, el Castilla vivido un cambio de entrenador y de sistema hasta llegar a abandonar el descenso tras una victoria de mérito ante el Zaragoza. El equipo castillista sumó siete derrotas consecutivas que le hundieron aún más en la última posición de la tabla.
Tras esa mala racha el Castilla vio algo de luz con la victoria frente al Lugo, sin embargo tan sólo fue un espejismo y las derrotas volvieron a llegar. Fue entonces cuando tras una victoria contra el Alavés llegó el gran varapalo de la temporada, el 6-0 contra el Eibar. Tras esa debacle se decició cesar a Toril y apostar por un hombre de la casa como Manolo Díaz.
Y lo que sucedió entonces no pudo venir mejor al filial blanco. Puede que fuera por el cambio de entrenador, o por alguna variación en las rotaciones o en el sistema, pero lo que ha quedado desde la llegada de Díaz es que el equipo blanco ha logrado 26 puntos de los 39 posibles. Una racha que le hace el mejor equipo de la Liga Adelante desde la llegada del que era técnico del C. Una periodo plagado de victorias que ha logrado lo que parecía imposible a mediados de octubre, que el equipo saliera de la zona roja de la tabla.
La siguiente misión, mantenerse fuera del descenso. Un objetivo igual o más importante que el que la plantilla del Castilla ya ha conseguido que es el de ver la luz.