Bale suma y sigue: se está riendo de todos
Gareth Bale no se dedica a lo que más le apasiona, o al menos eso parece. El galés, que es el culmen de la apatía, no solo parece no disfrutar con y del fútbol, sino que sus últimas declaraciones rayan la locura.
Después de encadenar otra temporada para el olvido en la que ha sido su sexta en el Real Madrid, el jugador, que aún se sienta en el trono de futbolista más caro de la historia de la entidad para los tiempos que corren en un mercado inflado, ha concedido en los últimos días unas declaraciones que han puesto el grito en el cielo.
“En el fútbol somos robots. Como atleta profesional en el entorno de un equipo no puedes elegir el calendario como en deportes como el golf o el tenis. Ni puedes elegir qué hacer ni cuándo hacerlo. Nos dicen dónde tenemos que estar y cuándo, a qué hora tenemos que comer, a qué hora hay que ir con el entrenador. Es como si perdieras el control de tu vida de alguna manera”. Declara, y prosigue: “Cuando eres un niño, no tienes tantos pensamientos en la cabeza, puedes disfrutar con tus amigos y reírte. Cuando llegas a ser profesional, hay todo tipo de presiones, críticas y expectativas que hacen que se pierda ese sentimiento infantil”.
En un nuevo guiño al golf, el cardifiano vuelve a denotar mayor preocupación en su afición por el deporte del palo que por el propio balompié. Unas líneas en las que parece que ese lujo sempiterno en el que vive un futbolista sea en realidad un auténtico infierno y que sitúan a Bale como un auténtico mártir. ¿Cómo puedes decir esto después de tu rendimiento y con las penurias que asolan al mundo, Gareth?