De la depresión al clímax en 14 días. Zidane, un título cada 14 partidos
Todo eran malas caras y runrún por las cercanías al Bernabéu hasta que llegó el Sevilla y pagó los platos rotos de unos malos días. Fue el 9 de diciembre y el Madrid le bastó la primera mitad para cambiar la dinámica negativa. Un equipo excelso, de ritmo alto y listo para matar al contragolpe, encontró la mejor de sus versiones para sentenciar al conjunto hispalense en un abrir y cerrar de ojos. A veces, 45 minutos te cambian la vida. Y así fue para el madridismo. Los fantasmas de La Castellana dijeron hasta pronto ese día y el Madrid con el acelerador a fondo quiere aprovechar para hacer del año más exitoso también el más placentero.
Uno puede ganar, pero al disfrute y a la emoción no están invitados todos. Si algo no le ha faltado al Madrid en sus conquistas, precisamente es eso. Una Liga disputada hasta el final y conquistada en el último campo de batalla (La Rosaleda), una Copa de Europa resuelta en una segunda mitad que nadie olvidará (Cardiff) y dos Supercopas levantadas con otro ritmo de competición distinto al de un oponente que tanto United como Barça sollozaron por escuchar el final.
Ahora el Real Madrid ha cumplido con su deber y ha vuelto a no fallar en el momento crucial. Su duodécima victoria en una final intercontinental. Nadie le gana al Madrid fuera de España desde comienzos de siglo. La gesta de Boca crece a los argentinos y estremece al rival. Desde el 2000, 4 de Copa de Europa, 4 de Supercopa de Europa, 3 de Mundial y 1 de Intercontinental. El blanco se ha convertido en el color del miedo. El escudo, la pesadilla mundial.
El equipo más laureado del país y del mundo entero ha cerrado con la conquista del Mundial un año repleto de conquistas. Tanto es así que se ha convertido en el más exitoso de su historia superando los 4 títulos de 2014 (Copa, Copa de Europa, Supercopa de Europa y Mundial).
Y por último, Zidane. ¿Alguién puede dudar de él? El francés se ha convertido en el segundo entrenador de la historia de los blancos con más titulos en su haber. Ocho conquistados de los diez posibles en dos años. Zinedine sólo ha dejado escapar dos títulos como entrenador del Madrid: Liga 2015-16 y Copa 2016-17. Desde que es entrenador del Madrid gana un título oficial cada 14 partidos. O cada 88 días como les suene mejor. Una estadísitca que pulveriza a todo hombre que quiso ser rey y le tembló la corona.
El Madrid perdió fuelle o motivación en el primer tramo del curso, ha vuelto y lo ha hecho sediento y con la misma hambre que le hizo grande. El 9 de diciembre ante el Sevilla despertó y le bastaron 45 minutos. Desde entonces, portadas repletas de alabanzas y elogios. Y sobre todo, un Mundial. La corona que le faltaba para cerrar un año glorioso. Uno cuenta los días desde aquella tarde mágica y hasta el 23 de diciembre van catorce días. El clásico puede ser el clímax. Cerrar un año pluscuamperfecto para abrir otro cargado de emoción con una Liga muy viva por delante. El Bernabéu será juez de la Liga y al Madrid le habrán bastado 14 días para cambiarlo todo. De ocurrir lo dejaría todo muy claro, Zidane necesita partidos, el Madrid necesita días. Uno y otro se necesitan para subsistir, pero no hay nadie más grande que el escudo del Real Madrid.