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De la euforia a la desilusión en tan solo unos minutos

de Alejandro Alonso

El Real Madrid cayó ayer de la forma en la que suele ganar los partidos: aprovechando los errores de los rivales. Ese arte es propiedad del Real Madrid, así ganó la Undécima en Milán cuando parecía estar destinada a estar en las vitrinas rojiblancas. En el día de ayer cambió de bando y pudimos ver caer por primera vez en 18 años en una final europea al conjunto blanco.

El partido empezó mal y acabó mal, pero entremedias fue el Madrid el que tuvo la manija de la Supercopa. Bale y Benzema estaban jugando a un nivel increíble, y Asensio seguía haciendo de las suyas con la defensa atlética. 

¿Qué falló? La defensa del Madrid era un auténtico coladero e hizo despertar la duda de si tienen que fichar o no un central de garantías para una zaga que no rindió según lo esperado. Varane estuvo errático con el balón en los pies y Ramos más de lo mismo.

Todavía hay mucho por mejorar, pero el resto del equipo, en líneas generales, estuvo bien. Mantuvieron el control del choque hasta el tercer gol colchonero, después no se pudo hacer nada.

El primer partido de Lopetegui no fue lo esperado, pero queda toda una temporada por delante...


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