Eden Hazard y Thibaut Courtois cambian de discurso
Eden Hazard y Thibaut Courtois han aprovechado sus compromisos con la selección belga para cambiar sus discursos. Hasta hace unos meses, cuando el interés del Real Madrid en ambos futbolistas estaba a la orden del día, dejaban continuas dudas acerca de su futuro en el Chelsea. Ahora, tras la decepcionante eliminatoria que realizaron ante el Barça y viendo que el conjunto blanco parece pasar ya de ambos jugadores, Hazard y Courtois han decidido cambiar de parecer y acercar posturas con el club inglés.
"No tengo claro mi futuro. Me queda un año y estoy feliz. Negocio para renovar pero tengo dos hijos en Madrid. No creo que Florentino me llame. Llamará a mi representante y le escuchará", comentaba el portero belga hace justo un mes en una entrevista para el programa El Partidazo de Cope. Un discurso muy distinto al que dio hace unos días en Sporza: "Se que estaré el próximo año en el Chelsea. Tengo un año de contrato aún y me siento bien. Si voy al Mundial lo haré con una cosa clara. O firmo o me espero otro año". ¿Qué es lo que ha pasado Thibaut? Seguramente, la mala actuación en la eliminatoria de Champions frente al conjunto culé minó la moral de la directiva madridista que siempre deseó antes a De Gea. Courtois ya no sale en las portadas relacionado con el Madrid y ahora busca su contrato millonario con los 'blues'.
En el caso de Hazard, fue su padre quien habló por él. "Eden ha rechazado una prolongación del contrato para poder, llegado el caso, atender al interés del Real Madrid, donde se vería bien", declaraba a finales de año en Le Soir. El jugador no desmintió las palabras de su padre. Sin embargo, dos semanas después si declaró a un aficionado en medio de un partido de la NBA que nunca se iría del Chelsea. Ahora, con su selección, ha vuelto a admitir que está muy feliz en el Chelsea. Con Hazard hay dos opciones: o el padre no dijo toda la verdad en su momento o el futbolista vio que las condiciones del Madrid no eran favorables y con revuelo Neymar decidió no mojarse, cambiar de actitud y quedarse en Stamford Bridge.