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El Bernabéu se cansa de los cracks y pide más 'Asensios': ultimátum de Zidane a Bale y Benzema

de Álvaro Maroto

El Real Madrid jugó ayer ante el Valencia en la segunda jornada de LaLiga 2017/2018 (primer partido del campeonato en el Santiago Bernabéu) y el sabor de boca que se llevaron tanto jugadores como aficionados y entrenador fue agridulce, como Marco Asensio reconoció en Zona Mixta. El encuentro empezó muy bien para los blancos que, tras un primer golazo del propio Asensio, buscaron el 2-0 con determinación, pero sin suerte ni puntería, al menos Benzema.

El francés fue, junto a Bale, el peor jugador del equipo y del partido. Zidane los considera intransferibles y, además, titulares ante cualquier situación y/o partido, pero se equivoca. Ambos jugadores no pasan por su mejor momento futbolístico. Asombrados por la fuerza con la llegan los 'chavales', los dos megacracks han bajado su nivel de manera considerable, algo que se considera inadmisible en el Bernabéu, que no perdona. Ayer Bale, cuando fue cambiado, se llevó la pitada de todo el estadio como si de Gerard Piqué se tratase y Benzema porque no fue sustituido, que si no hubiera sido peor. El galo falló todo lo que se puede fallar en un partido de fútbol y, además, mostró de nuevo su apatía y pasividad tras los errores, algo que el Bernabéu no tolera, aedmás de quedar sorprendido por el talento y sobretodo las ganas que ponen los jugadores más jóvenes, como Asensio, Mayoral, Llorente, Theo, Ceballos, etc, a los que si aplaude y les muestra su reconocimiento.

El francés tuvo la primera ocasión en una contra del Madrid que pudo ser el 2-0. Asensio le acompañaba en un 2 para 2 claro que acabó con la jugada individual de Benzema (no se la dio a Marco) y el posterior disparo flojo y cayéndose que atajó Neto. Tras eso, no pararon de llegar ocasiones para Karim. Centros al área de Asensio, Marcelo, Bale o Carvajal que no remataba o que, en caso de hacerlo, las mandaba a las nubes cuando lo más difícil era eso ya que se encontraba dentro del área pequeña, pero el colmo llegó en el minuto 87. Tras una gran jugada del Madrid y un remate final de Asensio, el balón queda rechazado y franco entre el punto de penalti y el área pequeña (a unos 6 metros) de la portería de Neto y Benzema, incomprensiblemente, la manda fuera por el palo derecho de la puerta del Valencia. Todos sus compañeros se echaron las manos a la cabeza sin entender que había pasado, pero el fútbol te da lo que te quita y le regaló otra ocasión. Esta vez, su remate de cabeza fue detenido por el guardameta ché y rechazado por el larguero.

Bale, por su parte, no tuvo ni una. El galés se mostró fuera del grupo, sin enterarse de los movimientos de sus compañeros, sin ayudar en la presión y sin participar en el juego del equipo. Más fuera que dentro a 3 días de que cierre el mercado de fichajes. El público del Bernabéu le dedicó una sonora pitada cuando fue sustituido, en el minuto 72, por Lucas Vázquez.

Todo eso no hace más que complicar a Zidane que, como siempre, tuvo que dar la cara por ellos en la rueda de prensa y declaró que no tienen nada que reprocharles, pero se le veía en la cara y en las imágenes del partido como reaccionaba ante las ocasiones fallidas de uno y la pasividad del otro, y nada bien.

El míster les ha dado un año para demostrar lo que valen porque ya no está tan seguro de que deban ser, bajo toda situación, titulares e intocables en el Madrid y, en caso de no mejorar su rendimiento, tomará medidas a final de la presente temporada. Ambos jugadores se consideran a si mismo estrellas y no aceptarían una suplencia prolongada, por lo que buscaría su salida del conjunto blanco.


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