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El clásico, un partido que dejará un buen y mal sabor de boca

de Alejandro Cascón Guerra

En los últimos partidos no ha tenido gran fortuna que se diga el Real Madrid en los clásicos. Unos partidos, algunas veces decisivos, y otras veces que solo sirven para lavar la imagen, pero siempre dejan una sensación. El que gana es el equipo que otorga una superioridad moral, que va más allá del deporte. El que pierde suele quedarse tocado. El Madrid salió muy tocado de los clásicos de Copa del Rey y el de Liga, algo que le costó de forma probable la eliminación de Champions unos días después.

El clásico de mañana será el último de este 2019. El Madrid debe ganar para aventajarse en liga, además para dejar tocado al Barcelona. Ambos están a la par en esta edición de campeonato, y en este partido se decidirán las tornas de lo que ocurra en el resto de la edición. En la memoria de los madridistas está, Luis Suárez un auténtico killer que es capaz de romper al Madrid. Pero el Madrid también ha sido capaz de derrotar al Barcelona en partidos complicados, que se daban por perdidos, como aquella final de Copa del Rey con el gol de Cristiano. Ese tiene que ser el espíritu del equipo blanco mañana en el Camp Nou. Salir sin miedo y a por todas. Todo el madridismo estará pendiente del clásico de mañana para comprobar si se puede confiar en este equipo en las grandes citas.


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