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El motivo que alimenta la presión añadida para el Madrid en Kiev

de Diego Fuentes

El Real Madrid está a un paso de lograr su tercera Champions de manera consecutiva. Un hito histórico que pulverizaría en tan solo una temporada el logrado el año pasado, cuando el Madrid consiguió dos Champions seguidas con el actual formato de la competición, lo que ningún club había logrado nunca. 

El gen de este equipo se fundamenta en la constante superación, acostumbrado a lidiar una y otra vez con la presión extrema ejercida por el club dada su grandilocuencia. El Real Madrid es el favorito de todas las quinielas para alzarse con una nueva 'Orejona'. Siempre lo es cuando se avecina la competición en la que se siente como en casa, y en la final no podía ser de otro modo. Más aún, teniendo en cuenta que el rival que tendrá enfrente, el Liverpool, es un equipo solvente y fiable en la parcela ofensiva, pero que se derrite de mediocampo hacia atrás. Pese a la multimillonaria incorporación de Van Dijk el pasado mercado invernal, el club sufre en demasía cuando se ve superado en la disputa del balón y ante un buen juego entre líneas, algo que exprime a las mil maravillas el Real Madrid. Además, ni Mignolet ni Karius han conseguido transmitir la seguridad necesaria para un finalista de Champions bajo los palos, aunque Klopp ha terminado decantándose por el arquero alemán. 

Empero, lograr la tercera Champions consecutiva o ser considerablemente superior al rival no ejercen tanta presión sobre el club blanco como otro factor, y es que en el fútbol como en la vida puede pasar de todo, pero sabiendo que aún no hay nada ganado esta temporada y que el Barcelona ha conseguido ya dos títulos y el Atlético otro, este hecho aparentemente inocuo puede generar una fuente de inquietud en un equipo decidido a hacer historia una vez más.


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