Dura prueba antes de la Champions
Son tres victorias consecutivas y buenas sensaciones para un Real Madrid que ha ido sorteando los infaustos golpes en forma de innumerables lesiones. Esta noche ese volverá a ser el pan de cada día en Valladolid, añadiendo además la más que sensible ausencia de Karim Benzema, todoterreno en el ataque. El Madrid tendrá que rendir visita a un escuadrón que se está jugando el seguir respirando en la élite del fútbol español, y todo ello con el regreso de la Champions contra el Atalanta en el horizonte.
A favor de los blancos juega la dinámica positiva que les puede impulsar y la invitación a creer que ha tenido con dos empates del Atlético últimamente. Al vecino le ha entrado cierto vértigo y eso ha renovado la fe en la parroquia blanca, que solo tienen en LaLiga y Europa la forma de salvar los muebles en una temporada irregular...que todavía puede acabar siendo buena. Pero antes de eso, lo más inmediato es la parada en Zorrilla. Esta temporada el Real Madrid ha tenido serios problemas para imponerse en escenarios parecidos al que plantearán los de Sergio González. Líneas bajas, muy juntas, con equipos bien guarecidos y sin fisuras para sorprender en un descuido. Los precedentes de Cádiz o Alavés son claros ejemplos de ello. Sin duda, será una piedra en el zapato con más importancia de la que se cree y que en caso de victoria puede suponer una inyección para afrontar lo más inmediato. En citas como la de hoy no hay mejor receta que la del pico y pala.