El factor al que puede agarrarse el Real Madrid para ganar algún título
En la irregularidad intrínseca del Real Madrid esta temporada, los blancos son ahora vagón preferente. El equipo liderado por Zinedine Zidane ha pasado por una metamorfosis difícilmente explicable, donde unos días ha sido Dr. Jekyll y en otras, procrastinador como pocos, Mr. Hyde. Quién sabe si ya es tarde, pero el Real ha despertado en LaLiga y tiene ganas de marcha. Con las victorias seguidas ante Huesca, Getafe y Valencia, se han situado a 5 puntos del indomable vecino, que, eso sí, tiene dos citas pendientes pero con la presión sobre sus hombros.
Si al Atlético no le marean las alturas, el Madrid tiene el cartucho europeo. Llega febrero y en el mes de los enamorados el equipo blanco vuelve a cancanear con amor platónico. Cuando llega la Champions la transformación es fehaciente y no es la primera vez que los blancos salvan la temporada fiándolo todo al caminar por el alambre. Con Supercopa de España y Copa del Rey por la borda, solo lucen el título doméstico y el de las estrellas en el escaparate, y para tocar metal será necesaria la regularidad. Para eso, el Real Madrid necesita a Kroos y Modric en su máxima expresión, como ambos han demostrado en la tarde de hoy frente al Valencia. El propio alemán ha reconocido que no pueden fallar mucho, y en época de austeridad, el centro del campo se antoja vital para soñar. Los dos son perros viejos y a este nivel todavía pueden enderezar la campaña. Con la confianza plena del entrenador, serán los encargados de urdir el plan de juego que encamine a la cima porque nadie les tose. Odegaard tuvo que emigrar e Isco, fuera de juego, no es problema. Con la primavera asomando, el blanco acelera con sus dos timoneles enchufados.