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La próxima generación siempre superará a la anterior y tomará sus lugares

de Diego Rivero Mosqueda
Camavinga (Real Madrid)

El partido del Real Madrid en París fue muy mejorable, si tenemos en cuenta otros encuentros en los que el equipo de Carlo Ancelotti ha jugado bastante mejor. Aun así, no se pudo hacer más si ni el XI ni el planteamiento fueron favorables a los intereses madridistas. La ausencia de ritmo durante toda la temporada por falta de minutos de jugadores como Camavinga y Valverde, los indicados para dar un salto cualitativamente al centro del campo y a la verticalidad del equipo, han sido el detonante de que llevemos un mes sin un plan en ataque ni creación en el medio. Todos estamos de acuerdo en que la ‘CMK’ creó un punto de inflexión en el fútbol que quizá, no lo volvamos a ver, pero de eso ya han pasado muchos años. La modernidad de los años que pasan nos obliga a pasar página, por obligación o por una mera cuestión de mejorar algo que seguramente necesite ese cambio.

Eduardo y Federico, dos jugadores más que preparados para tomar las riendas del equipo si les das las llaves de este, pero que se encuentran faltos de confianza. Quizá no haya que esperar ‘el momento’, sino que hay que fabricárselo desde la dirección deportiva, porque no siempre es cuestión de aguantar y desgastar, a veces hay que lanzarte a la piscina para conseguir esa llave que abra lo superlativo. Tanto Camavinga como Valverde se merecen algo más, seguramente un puesto en el XI durante muchos partidos para que crezcan como jugadores y den otro aire al equipo, que llevan necesitando desde diciembre, pero ¿hasta dónde está Ancelotti dispuesto a llegar?


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