Modric es el padre de todos
El destino del Real Madrid pasa por las botas de jugadores como Benzema y Vinicius, las manos de Thibaut Courtois y la cabeza de Luka Modric. Si el croata está bien y rinde a un gran nivel, los de Carlo Ancelotti estarán en la gran final de París el próximo 28 de mayo. Todos conocemos de sobra el genio de Zadar. Es el Cristiano Ronaldo del centro del campo sin ningún tipo de asombro. Lo demostró de una muy buena manera contra el Chelsea en la vuelta de los cuartos de final en el Santiago Bernabéu. No estaba rindiendo a un gran nivel, pero de repente se sacó de la chistera un pase mágico directo a las botas de Rodrygo Goes. ¡Pum! Truco realizado y a seguir.
No solo se quedó ahí. Tras ese desplazamiento jugó en una posición muy poco habitual para él, la de Casemiro. De pivote pierde un poco de su magia, pero su esencia, aquella que sigue deslumbrando a Europa año tras año, permanece. Su exhibición en tareas defensivas dejó sin palabras a un Ancelotti que se fundió en un abrazo con el '10' tras conseguir el pase a semifinales.
Dejen trabajar a Luka
Carletto priorizó no encajar más goles en el Etihad y por ello sustituyó a Modric por Camavinga. Cerró el partido con ello y guardó al genio Luka para la batalla de mañana en el Santiago Bernabéu. Será titular. Todos estamos expectantes de que saque un nuevo hechizo de sus botas, aquellas que sirvieron para llegar hasta aquí. Sin él no hay Décima, ni Undécima, ni Duodécima ni tan siquiera Decimotercera.
El padre de Rodrygo y de todos los madridistas.