Ramos, goleador, para bien y para mal
La selección española cayó ayer ante a una Ucrania de segundo filo, con siete suplentes de por medio. El equipo de Luis Enrique se metió en un buen lío en Kiev, feudo donde el Madrid ganó su última Copa de Europa. Es verdad que en el primer tiempo fuimos mejores, con ocasiones claras de gol, tampoco muchas, pero sí las suficientes como para ganar el partido. En cambio y contra todo pronóstico, los locales marcaron y derrotaron a los visitantes.
La falta de gol en la selección española es evidente. Rodrigo es un buen atacante, pero en ningún caso un buen punta goleador. Los extremos son veloces y tienen desborde, pero si no tienen el mejor día de sus carreras tampoco garantizarán goles. Con todo, Ramos se apunta como el salvador de cara a portería cuando las cosas van mal. Incluso se atreve a subir arriba para rematar todo lo que pueda. Eso es un pro, porque al menos tienes un líder, pero también una contra, porque es mala señal que un central sea el que marque los goles del equipo.
La situación es muy parecida a lo que ocurre en el Real Madrid. El equipo de Zidane tiene un buen delantero (Benzema), pero no te mete los goles; extremos veloces y con desborde como Vinicius, Asensio o Rodrygo, pero con una falta de gol evidente. Y un central que es el líder, en cuanto a lanzar los libres directos y los penaltis, así como marcar goles. Mucho tienen que mejorar ambos equipos si quieren conseguir éxitos, pero encontrar un nueve goleador no es nada fácil.