Victoria agónica y camino "despejado"

Menudo lunes más apasionante el que pudimos vivir ayer con dos partidos impresionantes, de puro vértigo. Primero, España tuvo que sudar sangre para eliminar a Croacia. Tras el error inicial de Unai Simón, 'La Roja' logró remontar y ponerse 3-1. Después de algunos fallos en ataque bastante claros, algo que empieza a ser habitual, Azpilicueta, Sarabia y Ferran encarrilaron un partido que se terminaría complicando con los goles de Orsic y Pasalic que enviaron el duelo a la prórroga. Sin embargo, los de Luis Enrique consiguieron reaccionar y salir del aturdimiento por medio de Morata, quien necesitó otras cinco ocasiones para marcar, y Oyarzabal. Victoria que sella el pase a cuartos, pero que supone un aviso a navegantes: si te confías puedes acabar pagándola. La defensa tiene que mantenerse constante y sólida todo el partido, acompañando a una delantera que parece haber encontrado la fórmula de reconciliarse con el gol.

Por su parte, Francia no corrió la misma suerte. También empezó perdiendo ante Suiza, también remontó y se puso 3-1 y también acabó yendo a la prórroga tras un esfuerzo titánico de los suizos. Sin embargo, los galos no fueron capaces de romper el empate en el tiempo extra y la lotería de los penaltis cayó del lado helvético después de que Sommer detuviera el quinto y último penalti de Mbappé. Un sorpresón en toda regla. La gran favorita dice adiós a la Eurocopa y allana el camino a España, que se enfrentará a Suiza en cuartos. Un rival más fácil a priori; aunque viendo el duelo de ayer con Francia y la actuación de 'La Roja' con esa victoria agónica frente a Croacia... el camino no parece tan despejado. Los de Luis Enrique hacen bien en alegrarse de la eliminación francesa, pero deben tener cuidado porque si te relajas... puedes irte para casa.