Jesé: de heredero de Cristiano a fiasco sin rumbo
A escasas horas de la disputa del encuentro entre la Unión Deportiva Las Palmas y el Real Madrid en territorio insular, un nombre regresa a los pensamientos de los madridistas: Jesé Rodríguez.
¿Qué ha sido del que fuera niño prodigio de La Fábrica madridista? ¿Por qué Jesé no ha triunfado?
El jugador más prometedor de la cantera, que llevaba siendo blanco desde los 14 años y muchos le auguraban un futuro brillante, pronto el Real Madrid Castilla se le quedó pequeño, y tras debutar en el primer equipo de la mano de José Mourinho, el canario cogió rodaje y confianza con Carlo Ancelloti. Jesé vivía su sueño de niño, triunfar en el Real Madrid.
Pero cuando rozaba su mejor momento, cuando gozaba de la confianza del técnico italiano, el apoyo de sus compañeros, Cristiano lo tomó como su discípulo, y sentía el calor de la afición, su sueño de blanco se convirtió en pesadilla. El 17 de marzo de 2014 comenzó el Calvario de Jesé. En una jugada intranscendente de un partido de Champions frente al Schalke 04, el entonces defensor del conjunto alemán Sead Kolasinac le arrolló por detrás. El resultado, rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. La temporada terminaba para el extremo y desde entonces su carrera sólo ha hecho más que dar tumbos.
Tras la lesión, el canario no volvió a ser el mismo. Regresó en 2015, 259 días después de aquel fatídico choque, y tras dos temporadas donde apenas tuvo oportunidades, el jugador y el club decidieron que su destino tenía que estar lejos de Madrid.
El lugar idóneo para recuperar sensaciones, el niño rico del fútbol mundial, el Paris Saint-Germain. Unai Emery, que acababa de aterrizar en la capital francesa, apostó por él, y abonó 25 millones de euros en verano de 2016 por el pase del jugador. Pero la apuesta personal del aún técnico del PSG fue un fracaso. La indisciplina del futbolista, que se tradujo en pocos minutos, y sus constantes choques con su entrenador, propiciaron que el equipo parisino viera con buenos ojos una salida en el mercado invernal de la temporada 2016/17.
Tras medio curso en la Ciudad de la Luz, Jesé ponía rumbo a su hogar, Las Palmas, en forma de cesión, con el objetivo de volver a brillar al son de sus paisanos. En Gran Canaria le acogieron con los brazos abiertos, pero su paso por el club amarillo fue intrascendente. En su isla, el extremo no sobresalió y por ello volvió a París tras terminar su cesión.
A su regreso, Emery tenía claro que Jesé no entraba en sus planes por lo que el futbolista tuvo que encontrar nuevo equipo en el que recuperar sensaciones. Su destino, el Stoke City. El isleño se marchaba a la Premier League, con la idea de volver a sentirse futbolista en una de las competiciones más exigentes del planeta. Su estreno, inmejorable. Gol y victoria ante el Arsenal, pero fue una vez más un reflejo del Jesé que deslumbró en la cantera madridista. Desde entonces, apenas ha jugado 13 partidos y copa titulares por sus escabrosas relaciones con las madres de sus hijos y no por sus hazañas en el terreno de juego. Enésima temporada marcada por su irregularidad, sus problemas personales y su falta de minutos. El que pudo ser el heredero de Cristiano, por culpa de las lesiones y las distracciones extradeportivas, se quedó en jugador sin rumbo.