La alternativa si no llegan Kroos o Modric a París: la hora de Kovacic
Mateo Kovacic fue una petición expresa de Rafa Benítez en 2015. El croata llegó procedente del Inter por una cantidad en torno a los 30 millones de euros, llamado a ser el heredero de Luka Modric, su compatriota y amigo. Con Benítez no fue protagonista, pero con Zidane a partir de enero, menos aún. La primera temporada llegó a su fin con Mateo planteándose una salida (o más bien el Madrid buscándole una cesión o incluso un traspaso), pero el chico quiso demostrar lo que valía y adelantó su llegada de vacaciones diez días. Además, no le costó aprender español, y es que a Kovacic le sobra actitud para triunfar en el Madrid. Su segunda temporada fue mucho mejor que la anterior, entrando en los planes de Zidane con más asiduidad.
Y la presente temporada no pudo empezar mejor para Kovacic. Fue titular en la Supercopa de Europa frente al Manchester United y en los dos partidos de Supercopa de España frente al Barcelona en la que ‘secó’ por completo a Messi. Mateo comenzaba a llamar a las puertas de la titularidad… y entonces se lesionó ante el APOEL en el Bernabéu, apartándole del equipo más de dos meses. Cuando regresó, le costó coger ritmo, pero Zizou confió en él en El Clásico del 23 de diciembre. Sin embargo, ni el joven mediocentro ni ningún madridista estuvo a la altura, y los culés golearon 0-3. Estas últimas semanas, Kovacic parece haber vuelto a su nivel cuando el Madrid más lo necesita, y es que Kroos y Modric llegarán muy justos para el partido del martes en París, y es el croata el que tiene más papeletas de jugar, por delante de un Isco que ha bajado su nivel de forma alarmante, tal y como apuntó ayer MARCA. Con su trabajo, sus grandes actuaciones en partidos importantes (el año pasado en Liga en el Camp Nou, este año en la Supercopa de España…) y su actitud, se ha ganado la confianza de Zidane y del madridismo. Es el futuro del Madrid y en el club lo saben. Tiene 23 años, y se llama Mateo Kovacic.