La doble cara de Zidane: no es el mejor entrenador pero es el mejor motivador, que es lo que necesita el Real Madrid
Zinedine Zidane es un técnico muy respetado en el mundo del fútbol en general y del Real Madrid en particular. El francés, en poco más de un año en los banquillos de la máxima categoría, ya ha conquistado tres títulos que la mayoría de entrenadores no logran en toda su carrera: La Champions League, la SuperCopa de Europa y el Mundialito de clubes.
Esto ha hecho que el francés se gane un nombre, más del que ya tenía por ser uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia, a la altura de gente como Maradona, Pelé, Ronaldo Nazarío o Cruyff, y hacer comerse sus palabras a todos los que le tachaban de mal entrenador y de no estar preparado para un equipo como el Madrid.
En mi caso, yo creo que a parte de ser buen entrenador, es buen motivador. Me explico. Creo que el Real Madrid, como el Barça, tiene a los mejores futbolistas del mundo, gente que nació con un don especial en esto de dar patadas a un balón y que ninguno de ellos necesita que nadie los entrene o enseñe a jugar. Más bien, lo que necesitan es una persona que los motive y les de ganas de sacar lo mejor de sí mismos, algo que a veces se antonja imposible, como en el caso de Mourinho con Özil o de Ronaldinho con Guardiola, que se marchó a su llegada.
En tácticas de equipo, jugadas ensayadas y demás, Zidane no es el mejor, como lo puede ser Mourinho, pero el francés es infinitamente mejor que el portugués en lo que a motivación se refiere y es por eso que Zidane, como Ancelotti, lograron la Champions el primer año que estuvieron en el banquillo blanco, mientras que Mou no fue capaz ni de acercarse, teniendo también un equipazo y contando con la mejor sabiduría en tácticas de equipo. ¿Por qué? Porque no les motivaba.
El claro ejemplo se puede ver en el Barça. Luis Enrique, el año que entró, logró el triplete con el Barça porque los jugadores confiaban mucho en él y lo veían un hombre de la casa, con los valores azulgrana bien interiorizados y completamente centrado en el resto, pero poco más tarde, cuando empezaron los problemas, el equipo catalán se vino abajo. No creo que esto sea porque al técnico se le hayan olvidado las jugadas que cree que deben hacer o la táctica que el equipo debe entrenar, lo que se le acabó es la capacidad de hacer ver a los jugadores que pueden ganarlo todo y de que se crean lo que son, los mejores.
Ese es el punto fuerte de Zidane y es por eso por lo que debería seguir muchos años más, aunque también tiene una pega. El francés no gestiona bien el grupo ni los cambios. Creo que respeta demasiado las jerarquías, que están bien, pero no son lo primero. Es decir, si Morata está jugando mejor que Benzema, Ronaldo o Bale, cualquiera de la BBC debe estar fuera para que juegue el de Pozuelo, les guste o no al resto y tengan tantos balones de oro o premios individuales como los que sean.
Está bien que Zizou confíe en sus jugadores estrella y los motive para que sigan jugando al máximo nivel pero tiene que saber ver que quien viene por detrás puede ser mejor para el equipo y que, es su responsabilidad convertirlo en un megacrack a la altura de cualquiera de la BBC o hacer que toda su carrera se quede siendo un jugador más, bueno, pero no de los mejores, y eso pasa por jugar más o menos.
Es el caso de Lucas Vázquez, Morata, Asensio o Kovacic, que cada vez que salen a jugar mejoran al compañero pero aún así lo hacen poco. No sabemos cual es el motivo pues solo lo entiende el entrenador, que al final, es el que manda. Estoy seguro de que si cualquiera de estos 4 futbolistas que he mencionado anteriormente tuviese la oportunidad de empalmar 10 o 12 partidos seguidos, nadie hablaría de los futbolistas que ya no juegan.
Que hombres como Morata o Vázquez sean internacionales absolutos con la selección que ha practicado el mejor juego de la historia del fútbol en el mundo y aún así no tengan un hueco en el Real Madrid es difícil de comprender. Ese es el fallo de Zidane y lo que debería intentar corregir.
Si fuese capaz de darse cuenta de esto, sería el mejor entrenador del mundo.