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La nueva política de fichajes enfría la llegada de un galáctico

de Javier Rubiano

Cuatro años hace que el Real Madrid no realiza una presentación a lo grande de un galáctico. Fue James Rodríguez, en 2014, el último gran desembolso de Florentino, que desde entonces ha optado por dar un giro a su política de fichajes, motivado principalmente por las cuatro Champions en cinco años, tres de ellas consecutivas. Desde entonces, han llegado jóvenes con gran potencial como Odegaard, Theo, Vallejo, Ceballos, Odriozola, Vinícius o Lunin, y han promocionado a la primera plantilla jugadores como Mariano, Mayoral, Marcos Llorente o Achraf (traspasado este verano al Borussia Dortmund). Sin olvidar a Rodrygo, que no se incorporará a la disciplina madridista hasta el próximo año.

Pero este verano no está siendo uno más en la Casa Blanca. Y es que el máximo goleador de la historia del club ha dicho adiós después de nueve años espectaculares en el Bernabéu para poner rumbo a Turín. Dicha venta hacía presagiar la llegada de uno o incluso dos de los mejores jugadores del mundo para cubrir el vacío dejado por Cristiano Ronaldo… pero todo apunta a que no será así. Queda mucho verano, es cierto, pero en los últimos días los principales candidatos se han ido cayendo de la lista. Neymar y Mbappé se han borrado automáticamente, Kane interesa cada vez menos, y el Chelsea se muestra, por el momento, inflexible a la hora de negociar la salida de Hazard. El único que tiene serias opciones de firmar por el conjunto de Concha Espina es Courtois, hasta el punto de que su fichaje parece cuestión de días.

Florentino dejó claro en la presentación de Vinícius que estamos ahora ante un mercado inflacionado, y el Real Madrid no piensa entrar en ese juego. Las miras del presidente madridista apuntan ahora a jugadores de un perfil más bajo pero con indudable progresión, con la excepción ya comentada de Courtois, considerada como una oportunidad de mercado. Y es que el Real Madrid ya no busca fichar galácticos, busca crearlos.


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