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Llega la hora de la verdad: revolución o reivindicación

de Javier Rubiano

Poco más de 24 horas para que el balón eche a rodar en Kiev. Poco más de 24 horas para que arranque la final de la presente edición de la Champions League. Real Madrid y Liverpool pugnarán por asaltar de nuevo el trono europeo. Ni más ni menos que diecisiete Copas de Europa se enfrentarán mañana a las 20:45. Si los madridistas ganan, será una extraordinaria temporada. Pero si pierden, será una campaña para olvidar. No hay término medio.

Durante gran parte de la temporada, especialmente hasta febrero, muchas veces se ha hablado de que el Madrid necesita una revolución: que si el ciclo de Benzema ha terminado, que si Bale ya no va a triunfar en España, que si Keylor no tiene nivel para el Madrid… Críticas desmedidas por el fracaso en Liga y Copa del Rey que en algunos casos estaban justificadas, pero en otros casos, no. Si mañana los de Zidane cayeran derrotados, se avivarían los rumores acerca de una posible revolución. Seguramente, jugadores importantes como Bale saldrían, y llegarían algunos galácticos (Neymar, Hazard, Salah, De Gea…). Eso sí, si el Madrid vuelve a revalidar la Champions, será una reivindicación en toda regla. ¿Cómo criticar o vender a jugadores que han ganado tres Champions consecutivas, cuatro de las últimas cinco? Jugadores como los mencionados Bale, Benzema o Keylor saldrían más que reforzados y, seguramente, se frenarían los ánimos de revolución en la cúpula madridista. Si acaso, algunos retoques.

Así las cosas, mañana el Madrid se juega más que la Champions en sí, se juega también el futuro del proyecto blanco: ¿revolución o reivindicación?


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