Meritocracia y ADN europeo
Volvemos a sacar pecho. Tras meses de irregularidad, de chascos en Liga y Copa, los madridistas volvemos a sonreír. Una sonrisa que no veíamos en la afición blanca desde que pasáramos por encima del Barcelona en la Supercopa de España. Meses grises, en los que se ganó un Mundial de Clubes, pero que estuvieron marcados por los ataques y las críticas a Zinedine Zidane y a los jugadores.
El técnico francés tomó decisiones y salió victorioso de la eliminatoria frente al PSG. Zizou apostó por la meritocracia, alineó en el Parque de los Príncipes a Asensio y Lucas Vázquez, posiblemente los jugadores en mejor forma de la plantilla. Una alineación en el encuentro más importante en lo que va de curso que es un gancho directo a sus críticos, a aquellos que le acusan de realizar 11 políticos al gusto de la directiva. Zidane tiene personalidad de sobra para sentar al protegido por el palco, Bale, y al mimado por la prensa, Isco. Se acabaron las vacas sagradas. El objetivo es Kiev y jugarán los mejores.
El mejor de todos, Cristiano. La estrella de la eliminatoria. El futbolista total. El jugador más determinante. Salto y testarazo para confirmar que esta Champions está siendo su competición.
El primer paso para alcanzar la final europea fue la eliminatoria contra el Paris Saint-Germain. El equipo del jeque, de los millones, de Neymar, de Mbappé. El niño rico del fútbol mundial demostró en juego y formas que le falta mucho por crecer para poder mirar a los ojos al dueño y señor del fútbol europeo.
Esta ronda de octavos ha demostrado una vez más que los blancos tienen ADN Made in Europe. El Parque de los Príncipes acogió la primera final de la competición en 1956. Aquel día los blancos conquistaron su primera Copa de Europa. 62 años después, en el mismo escenario, el conjunto merengue certificó que esta es su competición. Da igual que sea un cursode altibajos, cuando suena el himno de la Champions los jugadores se transforman , el guion cambia, pero la película es la misma, el Real Madrid gana.
5 partidos por delante, cuartos, semis y final. Con este espíritu, con estas ganas mostradas en París, con este gen ganador, la 13ª está cerca.