Ramos y Zidanes

Qué importante es tener en un equipo a dos tipos como Sergio Ramos y Zinedine Zidane. Ambos son los jefes del vestuario, los que controlan, organizan y dan instrucciones al equipo. Son complementarios, aunque el jugador de campo sabe perfectamente quién tiene la potestad sobre él: el entrenador. Confiar en Zidane hoy día es complicado. Mal final de la pasada campaña, mala inicio de pretemporada y de menos a más en lo que se lleva de esta. No hay que olvidar de dónde viene el Madrid, de jugar partidos muy malos, de inestabilidad y problema mental, además de físico. Al técnico francés le han bastado solo unos meses para cambiar el rumbo, y de perder la Liga contra un Barça de pena, los blancos están muy cerca de levantarla. 

Todo ello gracias a la tranquilidad de Zidane. En el banquillo nunca se pone nervioso con los suyos, porque sabe que tiene todas las de ganar si cuida la defensa. No estamos ante un equipo goleador, pero el Madrid sabe que los partidos se ganan desde atrás y está sacando mucho jugo a este aspeto. Y cuando el entrenador mira atrás sabe que tiene a Sergio Ramos, el capitán del equipo, el defensa más goleador de la historia de la Liga. Un seguro de vida. Por eso está tranquilo. 

El Madrid es un equipo diferente al que se conoció con Cristiano. Sin sus goles ha tenido que reinventarse. Es otro equipo totalmente distinto. Ha tardado una temporada y media en aparecer, pero por fin se le reconoce algo de identidad. ¿Tiene que mejorar en su juego? Sí, pero por el momento le da para destronar a un Barcelona que estaba incontestable en el campeonato nacional en la última década. Con la fiabilidad de Zidane, que todo le acaba saliendo a su favor, y con el buen estado de forma el Real Madrid puede confiar de pleno en que hay un equipo en el que creer.