Si el Madrid quiere una revolución, Maurizio Sarri es la solución
Después de tres Champions, hay pocos valientes a coger el timón de un barco que surca contra viento y marea, a pesar de que Cristiano y Bale pongan en duda su continuidad. ¿Cómo se atreven a decirle que no? Low, Nagelsmann, Allegri y ahora Marcelino. Parece que se ha puesto de moda rechazar al mejor. Crece el ego, pero detrás del no, hay miedo.
En apenas días, las informaciones -por dificultades en las negociaciones- han pasado de relacionar a Pochettino y Klopp con el Real Madrid a hacerlo con Guti, Solari, Míchel o Hierro. Curiosamente, de estos últimos, nadie tiene 'miedo'. No hay nada que perder. Una buena oportunidad en el gran escaparate. Y si sale bien, te quedas en la élite. Pero si tengo que elegir entre todos estos, me quedo con Maurizio Sarri.
El técnico italiano llegó al Napoli en una situación similar. Sucesor de un Rafa Benítez que puso fin a su travesía en Italia después de dos años en los que levantó una Coppa Italia, una Supercopa y llevó al Napoli a las semifinales de la Europa League. Y sobre todo su legado más grande fue en todo lo que contribuyó a que el club fuera más grande, sin olvidar su inestimable ayuda para que jugadores como Gonzalo Higuaín, José Callejón, Raúl Albiol, Pepe Reina o Dries Mertens eligieran el sur de Italia, en lugar de otras opciones.
Llegó Sarri al Napoli después de ascender al Empoli a Serie A. Con 55 años, sin experiencia en un grande y después de haber pasado por todas las categorías del fútbol italiano empezando desde octava, 17 clubes en 22 años. Un entrenador que por 2002 atendía a sus clientes con traje y corbata en una oficina bancaria. Se presentó en toda su esencia; chándal, cigarro y una presencia ante los medios que tiene mucho que mejorar.
En tres años que ha durado su aventura, ha batido el registro de puntos del Napoli año tras año. Esta temporada acabó con 91 puntos con el tercio de presupuesto de la Juventus después de darle batalla a los de Allegri durante toda la temporada. Al Napoli le dio identidad, personalidad, forma y juego. Con el 4-3-3 estableció las bases de un equipo que ha enamorado a gran parte de Europa. Todos los jugadores que han pasado estos 3 años por Nápoles destacan su crecimiento personal de la mano del míster.
Con Sarri, vimos la mejor versión de Higuaín, un delantero (36 goles en Serie A) que ahora la Juventus está dispuesta a perder dinero después de arrebatárselo al Napoli por 90 millones. Hizo de Mertens un falso 9 que en Italía recordó y mucho al Messi de Guardiola. Koulibaly llegó a Nápoles por 8 millones de euros. Tenía envergadura y mucho atrevimiento, ahora es uno de los mejores centrales de Europa. Y el club lo 'tasa' en 120 milones de euros. Otro que ha sufrido una revolución importante ha sido Jorginho. El italo-braslieño tenía un papel poco importante con Benítez y llegó Sarri para convertirlo en el regista más determinante de Italia. En los próximos días, pondrá rumbo a Manchester a las órdenes de Guardiola por una cifra cercana a los 60 millones de euros. Estos son algunos de los ejemplos que muestran la labor exquisita de Sarri dentro del terreno de juego.
Explosivo de puertas hacia fuera, un tesoro de puertas hacia adentro. Seguramente Florentino no lo tenga en la terna por eso. Pero su cláusula ha expirado y ahora solo hay que negociar con el presidente del Napoli, Aurelio De Laurentiis. Un presidente que reconoció hace escasos días que no pondrá dificultades para la salida de su ex-entrenador. Benítez, Ancelotti, Sarri. Parece que existe un puente aéreo Napoli-Madrid y Sarri, siempre firme de ideas dijo una vez: "acepto cualquier resultado, pero no el miedo".