Un fichaje en enero, sinónimo de esperanza
La situación en el Real Madrid deja mucho que desear. Cuartos en LaLiga, segundos en la fase de grupos de la Champions League y enfrente una de las mayores amenazas de Europa, ridículo en el último Clásico... No cabe duda de que los últimos tres meses en Concha Espina no han sido nada buenos. Pero esta mala racha puede cambiar. Aunque el campeonato liguero esté prácticamente perdido, aún queda el sueño de la Liga de Campeones y la Copa del Rey. Un doblete que junto a las dos Supercopas y el Mundialito podría ser una 'manita' de títulos. Una idea ilusionante, difícil de imaginar a día de hoy. Sin embargo, lo que el madridismo necesita para levantar la moral y creer en esa idea es un fichaje que anime al aficionado y le devuelva la esperanza.
Un delantero de talla mundial, que asegure goles, una estrella que haga crecer la calidad del equipo y sobre todo que haga creer y que los madridistas cojan con ganas este 2018. La tarea es, sin lugar a dudas, muy complicada. El primero en llegar tiene pinta de que será Kepa Arrizabalaga, que más que esperanza traerá consigo futuro y materia prima española. Pero hace falta un buen delantero, un hombre de gol. El tonteo con Eden Hazard ha ido en aumento, aunque su llegada en enero es improbable. Lo mismo ocurre con Neymar, Kane e Icardi. De llegar alguno, sería en verano. Quienes tienen alguna papeleta más para aterrizar en la capital española ahora en invierno son: Alexis Sánchez y Sergio Agüero.
El primero termina contrato en verano y el Arsenal aceptaría cualquier oferta mayor de 40 millones, un precio bastante asequible comparado con las ingentes cantidades de dinero que se gastan los clubes actualmente. El segundo ha pasado a un plano secundario en el Manchester City a la sombra de un genial Gabriel Jesús. Pep Guardiola no vería inconveniente en la salida del argentino y el club inglés podría pedir alrededor de 70 'kilos' por un Kun que considera que ya ha hecho historia en el Etihad y que busca sentirse de nuevo importante y más minutos. Ambos serían una dosis de moral importante para un madridismo que necesita más razones para creer y afrontar con esperezan y ánimo los meses enero y febrero que serán claves y se antojan complicados.