Zidane ha caído en su propia trampa

Después de todo un verano eludiendo a James Rodríguez, Zinedine Zidane ha aflojado en su orgullo y ha convocado al centrocampista para el partido inaugural de LaLiga 19/20 en Vigo. El colombiano, tratado como un auténtico prófugo por su técnico ya desde su primera etapa y durante la actual pretemporada, puede tener la llave que abra un mar de alegrías para el Real Madrid y el madridismo, necesitados de gloria tras un pasado reciente desolador.

James, dicen, ha sido de los mejores futbolistas durante los entrenamientos desde que volvió a Valdebebas. Su periplo en la Copa América le obligó a incorporarse más tarde y libró a su entrenador de tener que lidiar con la incómoda decisión de convocarle o no para la gira norteamericana. Aún así, el francés ha tenido oportunidades de sobra para comprobar el estado de forma del jugador: Tottenham, Fenerbahçe, Salzburg y Roma. Cuatro amistosos y ninguna presencia del hasta hace escasas jornadas pretendido por el Atlético de Madrid. 

Pero Zidane ha caído en la trampa que él mismo diseñó. Renegando constantemente del cafetero, se ha visto obligado a hacerle viajar a Galicia. Sin acumular ni un solo minuto en los prolegómenos de la temporada, o bien su llamamiento se antoja testimonial o espera que el ex del Bayern le resuelva un partido que se torne alpino sin rodaje en las piernas. El técnico galo ha completado una gestión deficiente con el jugador de Cúcuta, y su inclusión en la relación de futbolistas para el debut liguero solo sirve para confirmarlo. Tienes una estrella y debes hacerla brillar, Zinedine.