La confesión de Nacho: "Ancelotti sabe que me sentó mal"
Nacho ha concedido una entrevista en Relevo. En ella, el ex del Real Madrid habla sobre el palo que supuso ser suplente en el partido de ida de la pasada Champions League frente al Manchester City, cuando Tchouaméni fue el compañero de Rüdiger en defensa.
"Yo soy un jugador que respeta mucho a los entrenadores, independientemente de que me gusten sus decisiones o no", señala Nacho. "Yo siempre trato de mostrar mi enfado en el campo. Y entrenando más que nadie, entrenando más fuerte que nadie. Y cuando me toca jugar, demostrar. Es lo que he hecho toda mi vida. Yo nunca he ido a un vestuario de un entrenador a decirle que me tienes que poner porque soy mejor que este. Y me he enfadado, y me enfadado muchas veces. El día del City me sentó mal. A lo largo de mi carrera me he enfadado en muchos partidos que yo sentía que merecía jugar. Soy un jugador que luego sale a rueda de prensa y tengo mucho respeto con mis entrenadores, por todos y cada uno de los que he tenido", apunta el ex del Real Madrid.
"ESTABA PENSANDO MAL DE ANCELOTTI"
Continúa Nacho: "Son decisiones que no son fáciles para ellos y creo que a la figura del entrenador hay que tenerle respeto. El jugador se tiene que dedicar a jugar y a demostrar en el campo. Y que son decisiones que no dependen de uno. ¿Me sentó mal el día del City? Pues qué te voy a decir, 'No, no, me senté en el banquillo y estaba contento'. Pues no, estaba hablando mal, pensando mal del entrenador y de todo el mundo, pero tengo que tener respeto. Y sobre todo que luego el fútbol vuelve rápido. Y si yo iba a seguir enfadado, frustrado, no hubiera valido de nada porque luego me tocó jugar contra el Mallorca el siguiente partido, que era un examen para mí, me tocó jugar la vuelta del City, que era otro examen para mí… Y como siempre, cada partido que me ha tocado he demostrado", explica.
"Al final esta forma de llevar mi vida, estar enfadado y frustrado con el entrenador, me ha servido para luego demostrarlo en el campo. Y yo sé que el día del City, estaba la vuelta y yo sabía que iba a estar ahí. Pero que no tenga nada en la cabeza que a mí me pueda sacar de lo que yo tengo que hacer en el campo, que es jugar bien. Se vio que hice un partidazo. Luego creo que me lo gané otra vez más, el entrenador lo dijo, 'pues sí, es verdad, Nacho otra vez más'. Y me tocó jugar contra el Bayern. Luego en el minuto 65 el míster me cambió, me sentó mal que me cambiara y el míster lo sabe, que me sienta mal. Pero la vuelta la volví a jugar y volví a demostrar. La final la jugué… Siempre he tratado de llevarme esos enfados para mí dentro y demostrar en el siguiente partido que soy mejor que el que él quería poner", sentencia Nacho.